infraestructuras

La ciudad tiene enquistados desde hace años más de una decena de proyectos

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photo_camera El camping de Untes necesita un proyecto de recuperación.

Plazas de abastos, hotel-balneario, transporte metropolitano, contenedores o la regulación de terrazas, entre los retos

"Varios alcaldes y concejales de infraestructuras han pasado desde que se empezó a hablar de la reforma del parque de la Alameda do Cruceiro". La frase la pronunció el lunes en la inauguración del equipamiento el funcionario del Concello y autor del proyecto de rehabilitación, Carlos Cárcamo, para ejemplificar como la actuación, en la agenda del Concello de Ourense desde 2009, ha tardado años en materializarse.

La situación no es, sin embargo, exclusiva de este parque infantil, ya que más de una decena de proyectos municipales continúan en el cajón, enquistados, esperando su desbloqueo y ejecución, pese a los intentos tanto del anterior gobierno (PSOE), como del actual, del PP.


Modernización


En la lista de tareas pendientes aparecen las dos plazas de abastos de la ciudad. La número 1 sigue a la espera de la licitación del concurso de rehabilitación del inmueble pese a que la subvención concedida por el Ministerio de Fomento, con cargo al 1,5% cultural, fue aprobada en 2015 y prorrogada ya en tres ocasiones. Pese a que los placeros ya trabajan en su ubicación provisional de la Alameda, diferencias de criterios entre técnicos impiden dar el visto bueno al pliego para lanzar el procedimiento de un proyecto que se planificó en la década pasada.

Un futuro si cabe más oscuro afronta la Plaza de Abastos de A Ponte, en la que se invirtieron dos millones para reformarla y que, más de tres años y medio después de su inauguración, continúa vacía tras dos concursos fallidos.


Infraestructuras


En materia turística, los retos sin cumplir son también evidentes. El perfecto ejemplo es el hotel-balneario al que aspira Ourense como capital termal y que ha sido incluido en infinidad de programas electorales. El desaguisado urbanístico, con la anulación del Plan Xeral de Ordenación Municipal y del Plan Especial de As Burgas, son los primeros obstáculos que se deben solventar.

Además, los pasos dados para recuperar el camping de Untes tampoco han dado resultado. Los problemas con Aspanas Termal motivaron el cierre del equipamiento y, hasta este año, el Concello no pudo recuperar la capacidad de mando en el espacio. El estudio encargado para sacarle partido todavía no ha sido finalizado.

Tampoco hay buenas perspectivas con cafeterías de titularidad municipal como las situadas en las Pozas de Maimón y el Parque Miño, sin un gestor que muestre interés.

En el entorno fluvial, sí parece estar más cerca de cristalizar la continuación del paseo por el margen derecho del Miño entre Outariz y el Pazo de Ramirás, después de que Concello y Confederación Hidrográfica acordasen cofinanciar el proyecto por medio millón de euros. La obra permanece bloqueada por problemas con unas parcelas de particulares que deben ser expropiadas.


Movilidad


En la larga lista de concesiones en precario que tiene el Concello, sobresale la del transporte público, caducada desde hace más de tres años y que sigue pendiente del visto bueno al expediente administrativo y técnico para convocar el concurso, sin que se haya logrado dar con la tecla todavía para culminar el proceso.

Este contrato es fundamental para poder activar el transporte metropolitano con siete concellos de la comarca, un proyecto que lleva dos décadas sobre la mesa sin que ningún gobierno le haya dado solución.

En materia de movilidad, el problema de aparcamiento que sufren los barrios todavía no ha sido resuelto, pese a surgir varias iniciativas durante los últimos mandatos. Un claro ejemplo es A Ponte, zona donde en 2007 se anunció un proyecto por el exalcalde Enrique Nóvoa, se adjudicó en 2010 con el bipartito pero del que nada más se supo. El entorno de Os Remedios y de O Couto también nota la falta de plazas y, tras varios acuerdos plenarios para ejecutar un parking, no se ha avanzado.


Contenedores


Más de cuatro años desde su clausura y la reforma de las islas que acogen los contenedores soterrados ni ha salido a concurso. Tras un agrio debate político y cuatro auditorías, el acuerdo alcanzado entre PP y DO para dotar presupuestariamente el arreglo mínimo para ponerlos en marcha sigue sin plasmarse. El gobierno asegura que el procedimiento de licitación debería producirse antes de que acabe el año.


Orden en las calles


Es un clamor, tanto en el propio sector de la hostelería, como entre los vecinos, comerciantes y grupos políticos, pero la actualización de la desfasada ordenanza de veladores de 1997 para regular la proliferación de las terrazas no termina de llegar, sumida en una incertidumbre y en un impás desde hace meses.

El anterior gobierno local, del PSOE, llegó a aprobar inicialmente en pleno en agosto de 2014 un texto renovado, pero el procedimiento administrativo nunca llegó a completarse. Ya con el PP, intentándolo las tres concejalas que han asumido en este mandato las delegaciones de Comercio, las conversaciones no han tenido la fluidez necesaria y pese a las reiteradas manifestaciones del gobierno de que recuperaría el documento aprobado por el PSOE con algún retoque.

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