Como cada día, Antonio Nespereira trae en un solo minuto la "Clave del Día. Una información de La Región indica que Ourense perdió un tercio de oficinas bancarias en 5 años y que hasta 28 municipios de la provincia disponen de menos sucursales financieras que hace un lustro. Esto choca con el discurso de que hay que dotar de servicios a la zona rural para que sus habitantes no se queden como robinsones en su isla desierta.
Paradójicamente los datos oficiales del Banco de España indican que en Ourense hay cada vez más dinero. Las entidades financieras tenían a junio de este año ahorros de los ourensanos por valor de 9.400 millones de euros.
Pero aún hay más: los depósitos bancarios no están primados y aún así el ahorrador ourensano no busca nuevas fórmulas para sacar partido a su dinero y confía ciegamente en su entidad en la que ya no conoce ni al director, ni al interventor, ni al cajero ni a ningún otro empleado. Sencillamente, porque ya no los hay. Tampoco sucursales, claro. Pero sí dinero, insisto. Y mucho.
