Las previsiones de la Dirección General de Tráfico para la Semana Santa no concuerdan con los medios dispuestos para la llamada “Operación Salida” en una de las épocas del año con más movimiento de coches y, más aún, tras el final de las restricciones de la pandemia que empiezan a animar los viajes de los particulares. La DGT auguró 1,4 millones de desplazamientos en las carreteras gallegas durante esta Semana Santa y, sin embargo, en las vías principales, el inicio de las vacaciones comenzó con una auténtica falta de previsión ante tal movimiento de vehículos. La A-52 (la autovía de las Rías Baixas, que une Ourense con la provincia de Pontevedra), fue un continuo atasco durante gran parte de la mañana de ayer. La crispación se apoderó de los conductores en una de las vías que la propia DGT admite como una de las más conflictivas en cuanto a tráfico y atascos para estas fechas. Las largas retenciones de vehículos dejaron una estampa que, por desgracia, es habitual en esta vía y se acentúa con la Semana Santa.
A la falta de previsión de Tráfico ante la Operación Salida, se unieron ayer puntos de la A-52 que, en plena Semana Santa, sorprendieron a los conductores con obras en la calzada, generando mayor caos de tráfico.
En el caso del punto kilométrico 234, antes del túnel de Alongos, en la A-52, los conductores soportaban largas colas de vehículos y retenciones en una zona sin accidentes durante la mañana. De hecho, el propio servicio de Emergencias Galicia (112) confirmaba a este periódico, en torno a las 13,45 horas, que no habían sido notificados de ningún accidente.
Por tanto, las obras en la zona en plena Operación Salida de vacaciones generaron tal atasco en uno de los días en los que se conocía que aumentarían los desplazamientos por la Semana Santa en vías como la A-52.
Seixalbo, colas eternas por una obra eterna
La reforma de la OU-105 en Seixalbo, en el tramo junto al tanatorio, sigue generando malestar a los usuarios. La previsión es que la obra se alargue más de lo previsto originalmente por la Xunta, ya que los trabajos deberían haber terminado a finales de enero. En pleno arranque de Semana Santa, los vehículos se veían ayer sorprendidos (otra vez más) por las retenciones. Los obreros trabajaban ayer en la zona, dificultando el tráfico. Además de los desvíos provisionales con falta de iluminación, los nuevos “arreglos” para gestionar el tráfico confunden a los conductores. La última incorporación de más semáforos termina por crispar a los usuarios, que ayer por la tarde soportaron de nuevo las retenciones.
