EN LA CIUDAD

Colonias de gatos dañan el Claustro de San Francisco

El muro de entrada al futuro recinto del complejo de San Francisco es el lugar donde los vecinos alimentan a los gato (MARTIÑO PINAL).
photo_camera El muro de entrada al futuro recinto del complejo de San Francisco es el lugar donde los vecinos alimentan a los gato (MARTIÑO PINAL).

Los trabajadores aseguran que defecan y orinan en el interior, además de provocar goteras. Los animales suben al tejado, mueven las tejas, escarban entre las piedras y ensucian la zona ajardinada y la entrada al recinto

Decenas de gatos invaden el entorno del conjunto patrimonial de San Francisco, una de las joyas arquitectónicas de la ciudad y uno de sus principales atractivos turísticos. Los animales pasean por el claustro a su antojo: suben al tejado, mueven las tejas y provocan goteras, escarban entre las piedras del suelo, defecan y orinan en la entrada y en la zona ajardinada.

"Esta situación non é nova, cando se comezaron as obras do novo recinto, fai case dous anos, xa estaban aquí asentados", explica uno de los trabajadores. Cada día, se ven obligados a limpiar con lejía las zonas de acceso al lugar, para evitar malos olores. "É unha vergonza que a xente veña a visitar o claustro e se atope con este tipo de cousas", dice mientras señala los excrementos en el césped del jardín. "Non hai forma de botalos de aquí", aseguran.

En parte, porque varios vecinos alimentan a los gatos de forma periódica, lo que los sigue manteniendo en la zona. Tras los contadores de electricidad, a la entrada del recinto pendiente de inauguración, se pueden encontrar grandes cantidades de pienso y carne para gatos. "É noxento traballar ao lado diso, cando fai calor o cheiro é moi forte, e ademais a comida deteriora a pedra e os barrotes", dicen. En el interior, los trabajadores han colocado rejas en una de las ventanas para evitar que los gatos asciendan hasta el tejado, aunque siguen haciéndolo desde los arcos de piedra. "Fai pouco había goteras dentro do Claustro porque a auga se colaba entre as tellas que movían", apuntan.

Desde el Concello, por su parte, aseguran que no les consta la existencia de colonias de gatos en esta zona. "Se va a investigar para saber dónde se asientan y analizar la casuística, aunque la gente alimenta de buena fe no se puede hacer de esa forma", afirma Sofía Godoy, edil de Sanidade.

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