El comercio de Ourense cierra una Navidad solo regular y encara enero con “vértigo"

El comercio de proximidad fía a los últimos estertores de la campaña navideña la rentabilidad del negocio en un año irregular. ¿Cuál es la sensación general en cuanto a compras en estas fechas? Buena, sin entrar en matices. Donde se hace la lectura más positiva es en Ponte Vella Centro Comercial. "Estamos en un 4,5% por encima de las visitas que hemos tenido las Navidades del año pasado", destaca Óscar Sánchez Gándara, responsable de marketing de esta gran superficie. Según sus cálculos, habrán pasado por el centro comercial y de ocio más de 4,5 millones de personas durante el 2019. 

Hay otras opiniones menos amables. Al contrario, más amargas: "La campaña navideña ha sido solo regular, esperábamos que se animase el consumo, pero no ha sido así y, además, algunas tiendas están ya con rebajas", explica Sandra Ferro, presidenta de la asociación Comercio Vivo, que adelanta que los próximos meses serán "muy duros". 

Existen interpretaciones positivas, pero que no pasan del aprobado. Antonio Rodríguez de la Torre es gerente y propietario de la joyería Eligio Rodríguez e indica que ha tenido ventas desde principios de diciembre, "pero en los últimos días parece que se ha parado un poco". Reconoce que hay mucho ambiente por la calle, pero duda que eso se traduzca en compras. Lo que sí percibe con nitidez, igual que otros comerciantes, es que "la ciudad se está quedando cada vez más pequeña" y que el consumo no repunta.

Ponte Vella centro comercial cerró el 2019 con un aumento del 4,5% de visitantes hasta superar los 
4,5 millones 

Pero, los retos del sector van más allá de la coyuntura navideña. Dice Luis Rivera, presidente del Centro Comercial Abierto Ourense Centro, que hay en el gremio "una sensación de vértigo al mes de enero",  en lo que parecen ser las vísperas de un año complejo. Adelanta alguna idea para "reactivar" la actividad: "Deberíamos hacer una marca potente del comercio ourensano", dice. En ella se agruparían las tiendas de proximidad, se potenciaría una marca de calidad, una imagen local "e incluso se captaría a mucha gente que vive fuera y que podría comprar en el comercio local a través de internet". En su opinión, la ciudad debe organizar "un calendario de eventos" para hacerla atractiva como ciudad turística y de compras.

MUCHA COMPETENCIA

A muchos de los que visitan Ourense les llama la atención la cantidad de comercios que hay. Según un estudio del Colegio de Economistas, la ciudad cuenta con un total de 3.049 establecimientos comerciales. De ellos, 696 (23%) son comercio al por mayor e intermediarios y 2.353 son de comercio al por menor (77%). 

Según los cálculos de este observatorio, la cuota de mercado es pírrica, cada comercio toca a 35 clientes. Pero hay otros retos igualmente importantes, de acuerdo con las estimaciones del informe. En los próximos 5 años "se producirá un 12% de cierre de establecimientos por jubilación de sus propietarios, elevándose esta cifra al 20% en los próximos 10 años". En consecuencia "se trata de negocios que difícilmente estarían interesados en afrontar medidas que supongan acciones a medio largo plazo".

Desde el punto de vista laboral el número medio de empleados en los establecimientos ourensanos es de 1,8 trabajadores, "lo que implica que cada vez que un comercio cierra, se está perjudicando de manera directa a 2 familias adicionalmente a la del propietario".

David Martínez, presidente de la asociación de empresarios autónomos de Ourense, percibe que el comercio  off line convive con el on line, "pero no perdamos de vista que las grandes compañías del comercio por Internet están bajando a la calle y abriendo establecimientos en los mejores centros comerciales, donde la afluencia de clientes es la adecuada".

Esa es una puerta que se abre, pero en su opinión el sector debe reaccionar en un entorno en el que el comerciante local está envejeciendo y carece de relevo. Pero identifica a "muchos jóvenes que les va bien su actividad comercial, lo que indica que se puede tener éxito".

Entre los retos están, según David Martínez, la "especialización del producto y servicio, dirigirse al cliente específico, no centrarse tanto en un producto sino en las necesidades reales de nuestro nicho de mercado a detectar, usar el neuromarketing y todas aquellas herramientas que hoy pueden ser gratuitas, aprovecharse de la logística de proximidad (gran problema de las marcas on line) y tomar reacciones inmediatas, son algunas de las soluciones para la mejora del comercio".

La adopción de medidas es urgente porque el sector comercial vive momentos complejos. Mantiene casi 11.000 trabajadores en la provincia, pero el número de afiliados a la Seguridad Social sigue cayendo lentamente.

El sector sigue atomizado y su capacidad de innovar es solo relativa y siempre de forma individual. Sin embargo, como resume el estudio del Colegio de Economistas, "no se trata de un problema individual, se trata de un problema global, por lo que es imprescindible la unión para poder hacer fuerza contra las grandes amenazas". Esa unión, a día de hoy, está lejos de producirse. 

FUENTE: SEGURIDAD SOCIAL