CRÓNICA

El comercio de O Couto resiste, pero la mitad de los bares echa el cierre

OURENSE 26/09/2020.- Couto, el barrio confinado. Ana Figueiras.José Paz
photo_camera Ana Beatriz Figueiras, dependienta de Mystic, en Progreso, indica que "más o menos" los clientes vienen "igual que siempre" (JOSÉ PAZ).
Las restricciones no apagan el ánimo de vendedores y clientes, pero hacen mella en la hostelería, que aguanta como puede

El barrio de O Couto y calles que lo rodean como Progreso han vivido su semana más difícil, especialmente en la hostelería, aunque la vida comercial continúa y los clientes aseguran no tener temor tras la aplicación de las restricciones.  

La mitad de bares y cafeterías de O Couto ha echado el cierre provisional por las medidas implantadas, que solo permiten servir a los clientes en terraza. Hay calles como Doctor Fleming, Jesús Soria o Antonio Puga con todos los bares cerrados, mientras las principales, como Progreso o Ervedelo muestran un plus de aguante.  

"Nosotros hemos cumplido escrupulosamente, parece que tienen fijación con nosotros", lamenta una hostelera. "Eu xubílome en outubro, así que igual xa non podo abrir máis", señala el dueño del Casa Chispa, en la avenida de Portugal, que solo abre para sellar lotería. A Daniel Vegas, del Euromar,  le pilló recién iniciado: "Llevo tres semanas, puedo seguir porque no tengo empleados y tengo terraza". 

Los que siguen, luchando contra viento y marea, son los comercios. Resignación pero también entereza, con un descenso en las ventas pero buscando nuevas fórmulas ante unas medidas "precipitadas".

"Estamos preparados. Llevamos siete años en el negocio y nos caracteriza el querer ir siempre por delante de los acontecimientos", expone Iago Cid, dueño junto a su esposa de la pastelería Meraki, en Ervedelo. Detalla que la precipitación a la hora de publicar las restricciones "no ha dado tiempo a buscar alternativas ni nuevos métodos de venta", pero confía en superar el mal trago mirando "de cara a Navidad", a pesar de que el resto de campañas de estas fechas "están perdidas". Justo al lado del negocio repostero, Marisa Blanco recibe en la zapatería Vanguard a los escasos curiosos que se acercan. "No entra nadie. En mis 38 años trabajando no he visto una situación parecida, es difícil de llevar", reconoce. A un par de metros, en Doctor Fleming, Manolo Prado y Ángeles González atienden a los clientes que acuden a su joyería mientras explican la "sensación de vacío" que se percibe en las calles. Pese a no saber "cómo acabará esto", mantienen que, de momento, "tenemos clientes, si no habría que cerrar", finalizan. 

Bares cerrados: los sin terraza, en “off"

Un reconocimiento a pie de calle dibuja la nueva realidad de la hostelería de O Couto. En las principales calles del barrio, contando también el limítrofe Progreso, deja 37 bares abiertos y 43 cerrados. Más de la mitad se han dado un tiempo, en muchos casos obligados por unas restricciones que dejan sin salida a quien no tiene terraza. Algunos, aunque están cerrados al público, se han mantenido en su servicio a domicilio. Las calles que llevan ya casi dos semanas de restricciones (Dr. Fleming, Jesús Soria y Antonio Puga) tienen todos sus bares cerrados. En Progreso o Ervedelo, la mayoría aguanta abierto como puede. En el resto de calles, hay más equilibrio abiertos/cerrados.ma_200924_1150_resultado

Bares que resisten: “Son medidas incoherentes"

Daniel Vegas abría el bar Euromar, en la esquina entre Porto Carreiro y la calle Carmen Legísima, hace tres semanas. "El dueño me puso condiciones muy buenas en caso de cerrar y soy de la zona de toda la vida. Si no tienes terraza, no vives. Pero antes de ayer me llovió y no había nadie. Y ahora viene el mal tiempo...", explica Vega, que relata cómo "el otro día vino un chico a comer, le dije que tenía que ser fuera y como hacía frío, lógico, no quería. Le tuve que recomendar otro sitio", relata Vegas. Agradece que la terraza le está funcionando –tiene las mesas muy separadas– y el no tener empleados le da un respiro. Cree que las medidas "no tienen coherencia" y que "esta no es la solución para nada".OURENSE 26/09/2020.- Couto, el barrio confinado. José Paz

Joyería: "Se nota bastante que estos días falta gente, hay sensación de vacío"

"¿Cómo no lo vamos a notar?", contestan Manolo Prado y Ángeles González, dueños de la Joyería-Relojería Prada, al ser preguntados sobre el impacto de las nuevas restricciones en su negocio. "Nótase que estes dias falta xente", acerca él, mientras ella reflexiona sobre el devenir de una situación "que no se sabe cómo va a evolucionar ni cómo va a terminar". Los clientes, "en xeral", respetan las medidas y siguen acudiendo al local, pese a la palpable "sensación de vacío".OURENSE 26/09/2020.- Couto, el barrio confinado. Manolo Prado, ángeles gonzález.José Paz

Alimentación: "Hay bajón, pero por lo menos seguimos abiertos y facturando"

Jacobo Fernández, dueño de la frutería Punto Natural, en Doctor Fleming, nota "un buen bajón" en la facturación y en la afluencia de clientes. El comerciante entiende que volverán a la normalidad "en cuanto la situación se estabilice, porque la noticia ha llegado de golpe", y cuenta con que las restricciones sean "algo pasajero". Pese a la incertidumbre, señala que "al menos estamos abiertos y facturando", ya que hay comercios que están "por bajar la persiana".

OURENSE 26/09/2020.- Couto, el barrio confinado. Jacobo Fernández.  José Paz

Textil: "Hay que prepararse para afrontar lo que venga, eso está claro"

Ana Beatriz Figueiras, dependienta de Mystic, en Progreso, indica que "más o menos" los clientes vienen "igual que siempre", aunque reconoce que "hay menos afluencia y movimiento en la calle", en su opinión, debido a que "los bares están cerrados y el miedo de la gente al oír la palabra restricciones". "Hay que preparase para afrontar lo que venga, eso está claro. Imagino que las limitaciones serán temporales y volveremos a una normalidad... relativa", finaliza.

OURENSE 26/09/2020.- Couto, el barrio confinado. Ana Figueiras.José Paz

Clientes: "Salvo hostelería, el resto de negocios los veo igual que siempre"

Desiré Montilla y Paola Méndez viven por primera vez las restricciones de O Couto, ya que son asiduas a comprar en la zona, pero no viven allí. A pesar de ello, no entran con miedo a los comercios, ya que "a estas alturas" les parece "algo normal" tener que "tomar precauciones y cuidarse". "Llevamos así desde marzo, estamos acostumbradas. Que amplíen o no las medidas no parece afectar demasiado a los negocios, quizá más a las cafeterías", señala Montilla .

OURENSE 26/09/2020.- Couto, el barrio confinado. José Paz

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