El escenario se dibuja por la falta de relevo generacional, un mercado saturado y nuevos proyectos con corta esperanza de vida
La provincia de Ourense perdió más de 1.000 trabajadores autónomos en el sector del comercio desde 2008, que se sitúa como el comienzo de la crisis. En concreto, si en mayo de ese año había 7.247 trabajadores por cuenta propia que habían apostado por poner su propia idea comercial en marcha en la provincia, en el mismo mes de este 2017 bajaban a 6.107. Los últimos datos registrados por el Ministerio de Trabajo reflejan otra caída en los dos últimos meses, puesto que en julio eran ya sólo 6.066 los autónomos con comercio todavía abierto en la provincia.
La Federación de Autónomos ATA cifra en 91.000 los trabajadores por cuenta propia perdidos en este sector a nivel nacional; de ellos, 7.608 en Galicia.
El presidente del Centro Comercial Alberto Ourense Centro, Luis Rivera, apunta varias razones para esta sangría de trabajadores en uno de los sectores motores de la provincia. El primero de ellos, "la jubilación". Rivera explica que son muchos los comercios que han visto cómo la gente que los puso en marcha lo dejaba "y sus hijos han decidido no continuar con ese negocio sino elegir otra opción".
Mercado saturado
Por otra parte, "a consecuencia de la crisis, grandes comercios tuvieron que cerrar y sus empleados decidieron poner su propio negocio, pero desgraciadamente, no tuvieron la duración que pensaban". Considera Rivera que, principalmente,"se saturó el mercado y había más oferta que demanda". Una situación que todavía se mantendría en este momento. Finalmente, el presidente de Ourense Centro destaca el hecho de que mucha gente "optara por este sector sin tener experiencia ni formación, algo que ha llevado a que haya comercios que han durado escasamente unos meses".