llegada del AVE

La competencia al AVE solo llegará en Galicia a Ourense

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photo_camera Dos Zefiro 400 con el color del Frecciarossa de Trenitalia, en doble composición.
El cambio de ancho en el resto de la red gallega es el principal obstáculo para SNCF y Trenitalia

Ourense será la única estación gallega a la que podrán llegar los trenes de las empresas que compiten con Renfe por las líneas de alta velocidad. La liberalización, que rebajará el precio de los billetes no beneficiará a Vigo, A Coruña, Lugo, Ferrol o Santiago con trenes directos porque las empresas que recibirán autorización para circular por las líneas españolas, Ilsa y SNCF no disponen de trenes de rodadura desplazable y no encuentran rentable hacer frente a esa inversión para una sola línea.

Los trenes dúplex de SNCF y los veloces Zéfiro 400 que en Italia realizan el servicio Frecciarossa (Flecha Roja), que serán los que Trenitalia pondrá a disposición de Intermodalidad del Levante, S. A (Ilsa) tendrán su fin de trayecto en las toperas de las vías de ancho estándar con las que acaba la línea de alta velocidad en la estación de Ourense Empalme. No están concebidos para pasar por el cambiador de ancho de Taboadela, condición indispensable para seguir viaje al resto de Galicia.

La llegada de la competencia a las líneas ferroviarias de alta velocidad en nuestro país está previsto que se produzca dentro de un año, en los últimos días de 2020. SCNF lo hará de manera inmediata, a partir de esa fecha. Ilsa se retrasará hasta pasados unos meses, en 2021. Pero esa competencia que podría suponer, billetes de Madrid a Barcelona por diez euros, no llegará a Ourense de manera inmediata. Para cuando inicien su actividad las dos empresas que competirán con Renfe, a la línea gallega le quedará al menos un año para iniciar las circulaciones comerciales. A diferencia de las tres líneas que han formado parte del concurso , las empresas potencialmente interesadas en circular por sus vías no disponen de información que les pueda orientar sobre su posible rentabilidad, por lo que pasarán algunos años antes de que llegue a Ourense el primer tren de SNCF o ILSA.


Galicia tendrá que contentarse con Renfe


Que las vías de ancho estándar lleguen únicamente a la estación de Empalme es un arma de doble filo. Por una parte, asegura a Ourense su carácter de estación central de la Alta Velocidad gallega, o del AVLO, si Renfe decide operar también con la marca de bajo coste en esta línea. Para la operadora pública española resulta una opción factible, tanto con trenes de rodadura desplazable como con los trenes de ancho estándar fijo, que son los que tiene actualmente. Basta con complementar esa línea con servicios de lanzadera desde Ourense al resto de las ciudades gallegas. Pero en el caso de SNCF o de Ilsa, que opera con unidades de Trenitalia, quedarían a merced de trenes de media distancia de Renfe para que sus propios viajeros alcanzasen sus destinos en el resto de las ciudades y se daría la paradoja de en algunos casos el billete de Madrid a la ciudad de  Ourense les saldría más barato, por ejemplo, que de Ourense a Santiago de Compostela.


La privatización no garantiza, de entrada, más trenes en la línea gallega



Puede resultar paradójico hablar de privatización de los servicios de alta velocidad en España cuando las dos compañías que competirán con Renfe son tan públicas como el operador español: SNCF y Trenitalia, si bien esta última lo hará a través de su consorcio con una sociedad anómima en la que comparten acciones con los propietarios de Air Nostrum. 

Ilsa es la empresa que apuesta más fuerte, con 16 trenes por sentido en cada uno de los corredores que han salido a concurso: Barcelona, Levante y Andalucía. SNCF, en contra de los pronósticos fue la más conservadora, con una apuesta de cinco trenes por corredor.

La pregunta es: ¿encontrarán negocio en la línea gallega? Renfe ofrece actualmente 3.180 plazas entre Galicia y Madrid a través de sus seis trenes diarios por sentido. El AVE garantizará el doble de plazas, sin aumentar las frecuencias, tan solo con el cambio de trenes, que pasarán de tener 265 a 521 plazas. El AVRIL que circulará bajo los colores de AVLO, tendrá 585 plazas, lo que significa triplicar la oferta con elevar a diez las frecuencias diarias por sentido. Para que las competidoras de Renfe se viesen atraídas por el mercado gallego, primero tendría que absorber y desbordar la nueva oferta que representarán los nuevos trenes y las nuevas frecuencias de Renfe. Eso significa que en el escenario más optimista, la competencia no llegaría a Ourense hasta el año 2025.

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