Los incumplimientos en los pagos a los proveedores se redujeron casi a la mitad desde 2015
El Concello de Ourense ha conseguido meter en cintura una de las obligaciones a la que está sometido por el Ministerio de Hacienda, el tiempo que tarda en abonar las facturas a los proveedores. La legislación fija un plazo medio máximo de 30 días para tramitar las facturas y hacerlas efectivas.
El 2017 se cerró, según los datos que maneja la Concejalía de Facenda, con ocho de los 12 meses del año ajustados al plazo legal, el registro más positivo de los últimos tres ejercicios, ya que mientras en 2016 se rebasaron los 30 días de media en cinco meses, en 2015 el incumplimiento ascendió a siete, más de la mitad del año.
El dato del mes de diciembre lo confirmó el alcalde de la ciudad, Jesús Vázquez, al inicio del último pleno ordinario, como es habitual mientras da cuenta de los diferentes informes a los que obliga el reglamento municipal.
Al cierre del ejercicio, el plazo medio de pago a proveedores se situaba en 24,63 días, la cifra más baja desde mayo, cuando fue de algo más de 22.
Fue durante el verano, cuando se concentraron los incumplimientos del Concello, aunque la concejala de Facenda, Ana Fernández Morenza, lo achacó a una cuestión coyuntural, por los períodos vacacionales de los funcionarios encargados de tramitar las facturas, lo que provocó que en septiembre el promedio de abono de facturas se situase cerca de los 50 días, el registro más elevado desde enero de 2015, mes en el que se hicieron efectivos los pagos con una tardanza media de algo más de 78 días.
Inicio complicado
Fue precisamente en 2015 cuando al Concello más le costó poner orden en la tramitación de las obligaciones con los diferentes proveedores. Coincidiendo con el final de la etapa del PSOE al frente del gobierno y el aterrizaje del equipo liderado por Jesús Vázquez, la ciudad apenas se ajustó a los requisitos de Hacienda durante la primera mitad del año en marzo y abril.
No sería hasta octubre cuando el plazo medio de pago a proveedores se redujo por debajo de la barrera de los 30 días, el primero de los siete meses consecutivos en los que el Concello se ajustó a la hoja de ruta, aunque de nuevo la época estival desvió a la administración local de la senda adecuada.
El inicio del curso político de 2016, como sucedió un año después, también supuso un bálsamo para la tramitación de los pagos, redujéndose paulatinamente el plazo medio hasta alcanzar, en febrero del último ejercicio cerrado, los 7,65 días, el registro más bajo de los últimos tres años.
El que se ha mantenido a raya durante todo este tiempo, incluso abonando los pagos antes de que se ponga en marcha el contador del Ministerio de Hacienda, es el Consello Municipal de Deportes, organismo autónomo dentro del Concello.
