EN OURENSE

El Concello achaca a la burocracia el dilatado plazo de pago a proveedores

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photo_camera Ciudadanos en la Casa do Concello, esperando para realizar trámites.

Pequeños empresarios de la ciudad se ahogan por los retrasos del gobierno local, que dice que se reducirán los plazos en breve

El retraso en el pago a proveedores en el Concello de Ourense mantiene a pequeñas y medianas empresas de la ciudad en vilo, a la espera de poder cobrar cantidades que les adeudan y que todos los consultados inciden en que superan los tres meses de media. Ese retraso, sumado a la falta de presupuestos, genera una inseguridad para las empresas que no ayuda y que pone en riesgo también la imagen de la ciudad en el mundo empresarial.

Desde el gobierno local se escudan en los problemas de la burocracia. Fuentes municipales señalaban ayer que "este gobierno hace todo lo posible para que todos y cada uno de los proveedores cobren lo antes posible, pero en muchísimas ocasiones la burocracia provoca retrasos importantes en la Administración".

En este sentido, subrayan desde el gobierno local que desde que una factura se aprueba por parte de todos los órganos (técnicos, jefes de servicio, concejales, intervención y tesorería) "tarda en pagarse de tres a siete días máximo", si bien es la burocracia la que acaba por dilatarlo todo.

La falta de acuerdo entre los grupos políticos no ayuda a desatascar las facturas pendientes de pago en Tesorería, y tampoco las diferencias entre funcionarios y gestores municipales, que enmarañan administrativamente todo.

Con 112 días de media a las espaldas en el retraso de los pagos, los proveedores claman por una solución que consiga dar un respiro a los empresarios ourensanos y arregle un problema que va in crescendo desde el mes de enero de 2018. El Concello sostiene que este periodo de pago bajará "de forma considerable" una vez que se apruebe la cuenta 413 que está en manos del interventor municipal, pendiente del informe de fiscalización; y que el pago de las facturas aprobadas ayer en pleno contribuirá a bajar "sustancialmente" el periodo de pago a proveedores.

El retraso llegó pese a que los recursos económicos con los que cuenta el Concello han aumentado en los últimos años . Con ello, la deuda viva pasó de 29,7 millones de euros a cierre de 2015 a cero; y el remanente de tesorería aumentó desde los 34 millones de 2014 a los 70 millones que hay ahora en caja.

Así pues, todo esto choca frontalmente con las penurias económicas que algunos empresarios que prestan servicios al Concello dicen sufrir con el cada vez más grande periodo de pago.

Las distintas concejalías reciben a cuentagotas los fondos procedentes del remanente de tesorería para poder hacer frente al pago a estos proveedores, y a principios del mes de septiembre, desde el gobierno local señalaban que los problemas quedarían solucionados una vez que dicho remanente quedase totalmente liberado.

Los proveedores consultados siguen a la espera y, pese a que no son pocos los autónomos que intentan acelerar a Tesorería, desde ahí lo único que les hacen llegar es que la presión no surtirá efecto, pues han de cumplir escrupulosamente la Ley de Haciendas Locales. 


La oposición critica una gestión "irresponsable"


"Son unos pésimos gestores, es un gobierno incompetente", señala el portavoz del PSOE, José Ángel Vázquez Barquero, que cuestiona que se escuden en la burocracia: "¿Acaso el resto de ayuntamientos no la tienen?", subrayó. Cree Barquero que el gobierno municipal es "un auténtico desastre".

Desde OUeC, Martiño Xosé Vázquez señaló que el gobierno local tiene un "problema" serio con el pago a proveedores, resaltando que es la "terceira capital que máis tarda en pagar" y calificándolos de "irresponsables". Un adjetivo también señalado desde DO,  desde donde subrayan que se están "pagando las consecuencias de votar al PP". 

Las voces críticas llegan también desde formaciones que están fuera de la corporación, como Adelante, que destaca que el retraso genera una "mala reputación" de la ciudad, lo que "espanta"  a potenciales inversores.  Así, creen que se "encarecerán" los servicios municipales "al estar interesadas cada vez menos empresas" y que "perjudican" a los autónomos". Ven la ciudad sumida en un "caos" y señalan que los retrasos  "afectan al bolsillo de todos los ourensanos" , generando "intereses de demora". 

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