El Concello, “asfixiado" con un plan de obras todavía sin licitar

photo_camera La rúa Ribeira de Canedo, entre las que se pretenden arreglar.
El gobierno tiene hasta final de año para adjudicar proyectos por 11 millones y no perder los fondos

Como sucedió hace dos años, el Concello de Ourense se enfrenta a una carrera al límite para poner en marcha un paquete de 27 obras que suman un montante de casi 11 millones de euros, dinero que se irá al limbo si el gobierno municipal de DO y PP no es capaz de tener adjudicadas las obras antes del 31 de diciembre, con el consiguiente perjuicio para los 21 barrios en los que están proyectadas las actuaciones.

Pese a estar con los plazos prácticamente al límite, dada la complejidad de los procedimientos de contratación –que habitualmente en el Concello se demoran meses–, el gobierno local todavía no ha sacado a licitación ninguna de las actuaciones, pese a disponer desde mediados de septiembre de los fondos del remanente de tesorería incorporados al presupuesto municipal.

"Es cierto que no hay mucho tiempo, pero se está trabajando a todo meter. Hay un compromiso y tenemos la obligación de sacarlo adelante porque son obras muy necesarias. Su tramitación sigue su curso", apunta el concejal de Infraestructuras, Miguel Caride, cuyo departamento debe dar luz verde a los proyectos para que los expedientes lleguen al departamento de Contratación, encargado de convocar los concursos.


La experiencia de 2017


Desde el momento que se licite cada obra, las empresas interesadas en acometerlas dispondrán de entre dos y tres semanas para presentar sus ofertas, que después deberán ser examinadas por los técnicos para valorarlas y ordenarlas antes de proceder a la propuesta de adjudicación, todo ello siempre bajo la fiscalización del departamento de Intervención.

Así, el actual gobierno municipal tiene reciente la experiencia del anterior mandato, cuando el PP pudo salvar nueve de las 13 obras que puso sobre el tapete, llevando a junta de gobierno la adjudicación el 28 de diciembre, sin tiempo para problemas de últma hora. Sin embargo, en aquella ocasión gran parte de las licitaciones se habían producido a principios de octubre, mientras que ahora no se ha activado ninguna.

Varias actuaciones llevan en cartera desde 2016 sin que se hayan podido concretar por los problemas de gestión

El concejal Miguel Caride no duda en reconocer la "asfixia", achacando la situación al desbarajuste en la gestión económica por la falta de presupuestos y la demora en el visto bueno a la liquidación presupuestaria y posterior incorporación del remanente de tesorería al presupuesto. Entre medias, el Concello tuvo que suscribir de nuevo un convenio con la Diputación, cuya participación económica en el plan de inversiones permite ejecutarlo también en 2020.

El edil de Democracia Ourensana no quiere que esta situación se vuelva a repetir y garantiza, a partir del próximo año, una estrategia a largo plazo para la concreción de infraestructuras. "No quiero volver a estar asfixiado, con presupuestos será de otra manera. Habrá una planificación más eficiente y le daremos a una vuelta a todo", apunta Caride, por lo que la forma de modelar los dos últimos planes de inversiones, de la mano de las federaciones vecinales, ya no se producirá.

En ese plan global, el gobierno municipal avanza actuaciones de mejora de calles y calzadas, obras de accesibilidad o la mejora del saneamiento, entroncando con proyectos del plan de movilidad como peatonalizaciones o plataformas únicas. 


Arreglo de calles, elevadores o el saneamiento, retos


El Concello se fijó el reto de desbloquear 27 proyectos, los incluidos en el convenio con la Diputación. Entre ellos, destacan los que tienen que ver con el arreglo de viales o urbanizaciones de calles como Bedoya, Nosa Señora da Saínza o Ribeira de Canedo, entre otras.

Asimismo, también se contemplan en el listado de obras los proyectos de instalación de sistemas mecánicos para salvar desniveles en la Cruz Alta o en Ervedelo, así como la prolongación del paseo del Barbaña entre las traseras de la antigua prisión y La Molinera.De los 21 barrios a los que quiere llegar el plan municipal de inversiones, A Milagrosa es el más beneficiado con tres actuaciones.

Las federaciones vecinales se han mostrado siempre muy críticas con la ejecución del plan,lamentando que las mejoras que tanto precisan sus barrios no se hayan materializado en los plazos inicialmente previstos.

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