El gobierno activa las modificaciones de crédito tras liquidar el 2017 con un superávit de 17 millones
El gobierno local de Ourense pone en marcha la maquinaria administrativa para llevar "cuanto antes" a pleno las modificaciones de crédito comprometidas para impulsar una larga lista de proyectos que estaban pendientes de que se firmase el decreto de liquidación del presupuesto de 2017 para conocer los recursos con los que el Concello cuenta a nivel económico, un trámite imprescindible para avanzar que se hizo realidad hace unos días tras la fiscalización positiva del departamento de Intervención.
Según explican fuentes municipales, las cifras arrojadas por la liquidación de las cuentas del pasado ejercicio elevan el dinero en caja del Concello, el conocido como remanente de tesorería, hasta unos 70 millones. De esta cantidad, 53 millones están acumulados de los años anteriores, a los que se suman el superávit conseguido durante el pasado año, de unos 17 millones según las mismas fuentes, que destacan que los ingresos previstos "fueron superados con creces". Todas estas cifras deben ser trasladadas al pleno municipal para su debate y posterior aprobación.
Expedientes
Una vez solventado este trámite, el primer paso será atajar la deuda contraída con los proveedores por tener los fondos destinados al pago de facturas bloqueados hasta la liquidación presupuestaria. De esta forma, a falta de concretar la cantidad exacta, el órgano de Gestión Económica prepara el expediente de modificación de crédito necesario para aprobar la denominada cuenta 413, que engloba facturas que no fueron tramitadas a tiempo.
Conseguir los apoyos para su aprobación es imprescindible también para rebajar el período medio de pago a proveedores, que se ha disparado en los últimos meses hasta rozar los 80 días. Explican desde el gobierno que además del problema de retrasarse la liquidación, el Ministerio de Hacienda también ha modificado la fórmula de cálculo de esta variable.
Por otro lado, las distintas concejalías municipales también están dictando las providencias para plantear sus respectivas modificaciones de crédito, que deben pasar por Facenda y después ser fiscalizadas por el departamento de Intervención. Aquí se incluyen, por ejemplo, la continuación del plan de obras, que deben terminar de encauzar entre PP y PSOE, la mejora de instalaciones del albergue de animales o adquisición de medios para servicios como Bomberos o Policía Local.
Reincorporación
La liquidación del presupuesto del último ejercicio también permitirá al Concello llevar adelante la reincorporación de los remanentes generados en el pasado ejercicio que no dio tiempo a aplicar y hacer efectivos antes del cierre del año.
En este apartado, son de especial importancia los fondos aprobados para hacer frente a los convenios con entidades sociales, culturales o comerciales de la ciudad, que han censurado en varias ocasiones los retrasos a la hora de cobrar las cantidades comprometidas, asegurando que de seguir retrasándose podrían afectar incluso a su viabilidad.
Una vez que los fondos se incorporen al presupuesto de las concejalías, sus responsables deberán firmar las retenciones de crédito correspondientes y, tras recibir el visto bueno del interventor, serán abonados a sus beneficiarios.
El gobierno local intentará plantear un presupuesto para 2019
Buena parte de los problemas en la gestión económica del Concello de Ourense se deriva por estar trabajando todavía con un presupuesto aprobado en 2014, que se ha ido prorrogando en cada ejercicio ante la imposibilidad de actualizarlos.
En el actual mandato, el gobierno solo ha llevado al salón de plenos un proyecto presupuestario, el pasado mes de junio, y fue rechazado por todos los grupos de la oposición. El PP llevó a cabo este trámite después de que se agotara la posibilidad de vincularlo a una cuestión de confianza, algo imposible en el último año de mandato.
Pese a todo, y aunque parece difícil que las posturas de los grupos políticos cambien, la Concejalía de Facenda ha dado la orden al órgano de Gestión Económica para iniciar la tramitación de un proyecto de presupuesto para 2019, descartando ya volver a negociar las cuentas del presente año, ya que tanto el alcalde de la ciudad, Jesús Vázquez, como la edil de Facenda, Ana Fernández Morenza, habían dejado claro en varias ocasiones que no tenía sentido aprobar un presupuesto con el ejercicio a punto de concluir.
Sobre las intenciones del gobierno municipal fue cuestionada en varias ocasiones Ana Morenza por los concejales de la oposición en las juntas de área. La edil del PP aseguró que la intención era volver a debatir en pleno unas cuentas en los próximos meses.
