La Policía Local monta guardia en torno a los pasos de peatones para sensibilizar a conductores y peatones ante los siniestros
El Concello de Ourense y los colectivos sociales, parte de ellos integrados en la Mesa Municipal de Mobilidade, no coinciden en las medidas a tomar para frenar los atropellos en el casco urbano, tres desde el pasado martes con el resultado de una persona fallecida y otras tres heridas graves. En lo único que se ponen de acuerdo es en la gravedad de los siniestros y en que hay que evitarlos.
La Policía Local montó ayer guardia en torno a algunos pasos de peatones de las calles más céntricas del casco urbano, dispuestos a reprender tanto a peatones como a conductores que no respetaran las normas: los primeros, por circular a velocidad excesiva y hacer caso omiso de la regulación semafórica, y a los segundos, por cruzar en zonas no habilitados o con el semáforo en rojo. Y los agentes impusieron multas.
La vigilancia forma parte de las medidas que puso en marcha el Concello para evitar este tipo de siniestros. El concejal de Seguridad Ciudadana, Carlos Campos, recordaba que la seguridad vial es un tema "transversal en el que están implicadas diversas concellerías". Además de la suya, también están, expuso, la de Educación y Voluntariado y Mobilidade, cuyos titulares se reunieron en la mañana de ayer para analizar los últimos atropellos y las medidas a adoptar.
Según Campos, además de la vigilancia de la Policía Local, se iniciaron contactos ayer mismo con 55 asociaciones de vecinos, a través de las que se distribuirán carteles para concienciar a peatones y conductores. También se impartirán charlas entre los colectivos sociales y vecinales, así como en los colegios sobreel problema. Otra de las medidas acordadas es la de llevar acciones en la vía pública para concienciar a los ciudadanos.
Pero estas medidas son escasas para los colectivos sociales, que coinciden en limitar la velocidad de los coches a 30 o 40 kilómetros a la hora, al menos, en las calles más céntricas. "Ahí está el ejemplo del casco urbano de Pontevedra", recordó el portavoz de Stop Accidentes, Benito Bouzada.
En la Mesa Municipal de Mobilidade está Amigos da Terra, cuyo portavoz, Víctor Barro, recuperó ayer las cinco propuestas que ya planteó hace un año. A su entender, hay que crear una amplia red de pasos elevados en los lugares que cruzan los peatones para que los conductores "limiten a velocidade e presten atención". Impulsan además una campaña de advertencia y sanciones para los conductores reincidentes, que según Barro son los que están detrás de la "perigrosidades das rúas, deixando o vehículo mal aparcado, impedindo visibilidade ou circulando de forma imprudente". También proponen nuevos pasos de peatones, integración de la bicicleta y un plan de peatonalización, medidas refrendadas por Stop Accidentes.
El presidente de la Asociación de Vecinos Centro, Martín Amaro, coincide en que hay que humanizar la ciudad y limitar la velocidadora.
“Intensificar la vigilancia y responsabilidad social"
El grupo de gobierno no tiene previsto tomar medidas drásticas como la limitación de velocidad a 30 kilómetros por hora, construir pasos elevados en todas las calles o más pasos de peatones. Eso sí, todas las medidas serán abordadas en la próxima reunión de la Mesa Municipal de Mobilidade prevista para el próximo lunes, según el primer teniente de alcalde, José Araújo, que ayer insistía en que la Policía Local va a intensificar la vigilancia para concienciar a la población de que hay que respetar las normas de seguridad vial. En este sentido, apeló a la responsabilidad de los conductores y de los peatones a la hora de convivir en el casco urbano.
"Las campañas de sensibilización y la vigilancia policía entiendo que van a resultar efectiva", apuntó.
El presidente de la Federación Limiar, Manuel Mosquera, asegura que en el movimiento vecinal hay "preocupación" por el repunte de los atropellos e hizo un llamamiento a los ciudadanos, sobre todo a las personas mayores, a que "crucen la calle por zonas habilitadas".
