VERTEDEROS URBANOS

El Concello obvia el impacto de la escombrera de Montealegre

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photo_camera El estado de abandono de la finca ha despertado numerosas críticas y quejas.

Desiste de tomar medidas alegando que no hay ilegalidad y que el estado del solar está regularizado

Pese al grave impacto visual y ambiental que está produciendo la acumulación de desperdicios en un solar privado en la ladera de Montealegre, contiguo al Jardín Botánico, el Concello asegura que la situación de esta parcela no se puede determinar como desencadenante de un posible delito ecológico.

Por un lado, el área de Medio Ambiente sostiene que no se puede actuar de oficio contra este improvisado almacén de residuos, ya que sus funcionarios no están en condiciones de confirmar si esta situación se trata de un simple abandono de materiales sólidos o si existe una licencia de obra en estos terrenos.

Esta disyuntiva sí tiene una opinión firme por parte de los técnicos de Urbanismo, que han determinado que la situación de la finca está regularizada y que consta una licencia de obra dentro de estos terrenos. Si hubiese carecido de ella, sostienen desde el Concello, los inspectores de este departamento municipal ya habrían actuado de oficio. Sin embargo, desde Urbanismo se realizará una nueva inspección en la zona en los próximos días, aunque han insistido en que son conocedores de este escenario y en la ausencia de irregularidades.

Los bloques de piedra y restos de material de obra que se encuentran acumulados en esta parcela no están relacionados con las obras de mantenimiento y refuerzo que el Concello está realizando en los muros del Botánico. Erróneamente, la institución local había hecho constar que este solar estaba siendo utilizado de modo provisional por los trabajadores municipales como almacén de material de esta actuación, pero finalmente ha confirmado que se trata de un depósito de piedras y residuos acumulados por el propietario de la finca.

Los trabajos que el Concello está realizando en el muro del Botánico también incluyen un montón de piedras entre su material de obra, si bien sus responsables han confirmado que se trata de unos elementos para nada relacionados con los que están depositados en este solar. Además, afirman que en ningún momento el Concello ocupó esta finca, con o sin el consentimiento de su propietario.

Las críticas por el estado de la finca, que contrasta enormemente con el entorno natural en el que se ubica, se han convertido en habituales. En el interior del cierre de esta parcela se acumulan bloques de piedra, restos de ladrillos, armazones metálicos, un fragmento de un tronco de árbol o un gran depósito de gasolina.

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