Tras eliminar los bolardos en el casco histórico, Jácome advierte que se tomarán nuevas medidas de vigilancia.: "Non permitirei que se deteriore esta zona histórica polo abuso que fan conductores ao circular pola mesma".
El gobierno local de Ourense anunció a finales de febrero su intención de retirar los bolardos del casco viejo y las zonas peatonales de la ciudad, una medida que finalmente se llevó a cabo y que ahora, "despois de comprobar o incremento que se produciu na circulación de vehículos por esas rúas, a maior parte dos mesmos sen a correspondente autorización", será sustituida por un aumento del control en las zonas afectadas.
Jácome indica que debido al tránsito registrado especialmente en el centro histórico es necesario "adoptar medidas de control e vixilancia, que levarán consigo as correspondentes sancións para os infractores”.
Los encargados de vigilar el acceso a las calles peatonales serán los agentes de la Policía Local, que podrán interponer las correspondientes denuncias a los vehículos que circulen sin autorización o que aparquen en áreas reservadas para el tránsito de peatones.
“Cumprimos o noso compromiso de retirar os bolardos, pero polo que se comproba, son moitos os condutores que incumpren cas normas, neste caso da Ordenanza Municipal de Tráfico, que en algúns casos con leva un risco para os peóns”, explica Jácome, que advierte: “Non permitirei que se deteriore esta zona histórica da cidade polo abuso que fan condutores ao circular pola mesma”.
Asimismo, el regidor indica que se vigilará también el cumplimiento en las zonas de descarga.
