El Concello ha rechazado una sugerencia realizada por la Valedora do Pobo para que cree una ordenanza o algún instrumento (véase una oficina municipal) de mediación para garantizar la convivencia ciudadana y acabar con los conflictos entre vecinos por el ruido en el Casco Vello o entre comunidades de vecinos, una misma sugerencia que la institución para la defensa de los derechos y libertades del Parlamento gallego también ha hecho a los gobiernos locales de Santiago de Compostela y Pontevedra, que sí han aceptado y se han comprometido a desarrollar.
El gobierno local ourensano, al contrario que el resto, ha decidido comunicar que rechaza la sugerencia de la Valedora, María Dolores Fernández Galiño, que realiza esta sugerencia de oficio, tras tener conocimiento del alza de “quejas y consultas formuladas por la ciudadanía” respecto a problemas de convivencia entre vecinos debido, entre otras cosas, a las quejas presentadas por la asociación vecinal O Cimborrio.
La institución defensora de los derechos de la ciudadanía considera que se está mermando “de manera considerable” la calidad de vida de las personas implicadas, con continuas llamadas a la Policía Local por los ruidos o conflictos en comunidades de vecinos, en ocasiones, con la única solución de “acudir a los tribunales”.
El Concello carece de una ordenanza específica para regular estos conflictos y, según el escrito remitido a la Valedora, se escuda en que “carece de competencia legalmente atribuida” y también de “recursos públicos” para funciones de mediación y conciliación, por lo que ignora la resolución de este organismo.
