Los trabajadores dicen que se reducirá en diez el número de pinches. La gerencia garantiza que habrá las mismas plazas
Trabajadores del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) se movilizaron este miércoles ante las puertas del centro para protestar por el posible despido de personal del servicio de cocina una vez que se abra la nueva instalación, una cuestión que ha sido negada tajantemente por el Servizo Galego de Saúde.
La comisión de centro pide que se mantenga como mínimo la plantilla actual, si bien la gerencia ha negado que se contemple otra posibilidad, garantizando que se mantendrán los puestos de trabajo. Los trabajadores señalan que con la automatización de la cocina se reducirán en 10 los puestos eventuales, lo que supondría la eliminación de 10 pinches de cocina.
El presidente de la comisión de centro, Fernando Rivas, pidió que se mantenga el personal con "todos los efectivos" –la plantilla está conformada por 96 trabajadores, aunque son 126 los puestos contemplados en los Presupuestos– tras advertir de que "todavía" no se sabe "cómo va a funcionar el nuevo sistema".
La comisión de centro critica que el Sergas mantenga diez trabajadores "no estructurales" que contrata "todos los meses" y que considera que deberían formar parte de la plantilla.
Ante estas protestas, la gerencia volvió a garantizar este miércoles el mantenimiento de la plantilla y la mejora de las condiciones laborales, y defendió que "non se reducirá ningunha praza de persoal" en la nueva cocina, añadiendo que se incorporarán cuatro nutricionistas y un cocinero más, en una plantilla "por máis dun centenar de traballadores".
Apoyo del BNG
Representantes del BNG manifestaron su apoyo a los trabajadores del CHUO en protesta por unas "condicións laborais dignas". El portavoz municipal de la formación, Luis Seara, asistió a la movilización, en la que hizo hincapié en la necesidad de mantener los puestos "establecidos nos orzamentos". En esa línea, Seara manifestó que "é a saúde de todos e con iso non se pode xogar".
