ECONOMÍA

Los concesionarios, “listos y deseando" abrir sus puertas

Los concesionarios preparan su desescalada. En la imagen, Autogal, que distribuye BMW (MARTIÑO PINAL).
photo_camera Los concesionarios preparan su desescalada. En la imagen, Autogal, que distribuye BMW (MARTIÑO PINAL).
Los distribuidores de automóviles han trabajado en protocolos de seguridad para clientes y empleados 

Hacia la nueva normalidad. Hacia ella caminan los concesionarios de automóviles, el último eslabón de la cadena de la automoción. Son la conexión con el mercado y si están cerrados el sector está abocado al fracaso. La nueva normalidad comporta otra relación con el cliente, la aplicación de nuevos protocolos sanitarios, entre otras medidas. Hace unos días el presidente de la Xunta abogó por la reapertura de los puntos de ventas de coches, incluso dando cita previa para atender a los clientes.

Las palabras de Feijoo han tenido eco. "Tenemos muchas ganas de abrir", resume César Fernández, gerente de Autogal, concesionario BMW en Ourense. Urgen medidas porque en lo que va de abril no se ha vendido un solo coche y, en el mejor de los escenarios, "a final de año el mercado puede caer un 30%", según sus cálculos.

Los concesionarios están preparados. Carlos Miranda, director de PSA Ratail Orense (Peugeot), dice que la apertura "es perfectamente factible". Hace ya días que los distribuidores han adaptado sus estructuras. Hay métodos de desinfección mediante ozono, se aplican nuevos sistemas para recepción de vehículos y clientes, etc. "Los protocolos no son sencillos, pero son aplicables", razona Miranda. Se prevé la cita previa para evitar aglomeraciones en la concesión, se han adaptado los turnos de taller, se han reducido las salas de reuniones, incluso se han suprimido alguno de estos encuentros.

El calendario sigue y urge la apertura. "Lo ideal sería volver el día 11, sería el momento de incorporarnos de forma paulatina, ir implementando las novedades con los empleados para interiorizar los protocolos", aprecia el director de PSA Retail Orense. 

Sus palabras coinciden con las del gerente de Autogal: "Pensamos en el día 11 de mayo para reabrir, deseamos abrir, pero hay algunas dudas sobre la movilidad, que todavía está prohibida: ¿se va a permitir que un cliente se desplace hasta el concesionario?".

Las dudas están también en cómo se va a comportar el mercado. En el sector se asume que durante los primeros días las operaciones pueden ser escasas, aunque se puede animar el mercado de ocasión. En todo caso, la apertura "es perfectamente factible y con total seguridad para trabajadores y clientes", remarca Carlos Miranda.

En cuanto a las ventas, César Fernández pronostica que mayo "va a ser complicado pero poco a poco el mercado se irá normalizando para estabilizarse un poco más en junio y llegando a julio un poco más tranquilos".

Los concesionarios están preparados para el desescalado, pero hay algo que trasciende a su operatividad: ¿cuándo se acabará el confinamiento? El sector supedita cualquier actividad al fin del estado de alarma, previsto para el 9 de mayo. Obviamente, si se mantiene no tiene sentido abrir una concesión si el eventual cliente sigue recluido en su casa.

Hace unos días que la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto) advertía que "no tiene sentido abrir" si sigue el confinamiento. El proceso gradual de desescalada, el desconfinamiento por territorios o áreas sanitarias podrían ser elementos sustantivos a la hora de poner en marcha una actividad muy importante en la provincia. 

Más de un millar de trabajadores trabajan en los concesionarios de automóviles de la provincia. Desde el punto de vista mercantil, el sector se veía fortalecido por un ritmo de ventas aceptable, aunque flojo en los dos primeros meses de este año. En marzo, con la crisis del coronavirus, cayó en picado. 

Cuenta atrás para la industria auxiliar

La industria auxiliar de la automoción sigue ajustando fechas para volver a la actividad. Dependen de las marcas para las que producen y estas, a su vez, de si pueden abrir los concesionarios. Los diferentes eslabones dependen del fin del confinamiento y de si el mercado puede ser lo suficientemente solvente como para demandar una producción importante. En Ourense hay más de diez empresas que apuran su estrategia, pero dependen sobre todo de PSA Vigo, el cliente para el que trabajan la mayoría de las suministradoras de piezas ourensanas. En principio la planta del grupo francés aún no ha concretado fechas, aunque ya anuncia un nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). En la misma tesitura están las fábricas ourensanas, en su mayoría paralizadas. Aún así, la recuperación de actividades en marcas como Renault, Seat o Volkswagen están programando algunos ciclos de producción de piezas en Ourense, aunque no son los principales clientes de las empresas locales.

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