Alaska llegará a Ourense cargada de energía y con ganas de divertir y divertirse con la música de Fangoria
Con 50 años cumplidos, tiene claro que ahora "esos 50 son los 30 de antes" y que todavía quedan muchas cosas por hacer y experimentar.
¿La salida de un nuevo trabajo se vive con nervios?
No hay nervios o al menos yo no lo llamaría así. Es un poco distinto cuando empiezas una nueva gi- ra. Los dos o tres primeros con- ciertos como los tienes más verde son más complicados, y ahí estás más nervioso, por decir algo. Ante un nuevo trabajo no, porque estás contento con lo hecho y no esperas nada, es decir, no está en tu mano.
¿Qué supone un directo en estos tiempos?
Quizás sea lo único que es irreemplazable, es como el teatro. Este tipo de experiencias requieren de los cinco sentidos. No es lo mismo que estar en casa y leer un libro o escuchar música. Eso lo hace diferente, no es sólo escuchar, es vivir una experiencia en un sitio deter- minado, tiene algo de ritual, tanto para el público como para el que sube al escenario.
¿Cómo será este minifestival en Ourense?
Normalmente cuando tocas lo haces con un disco recién sacado en salas pequeñas y con gente que quiere escuchar ese trabajo. Cuando tocas en verano, en fiestas, tocas un repertorio más va- riado. Entendemos que quien va a un festival no quiere aburrirse, así
que se trata de ofrecer un repertorio que pueda encajarle a quien no necesariamente va a verte a tí.
¿Nos cuesta divertirnos?
No nos tiene que costar, no tienes la culpa de lo que pasa, solo de lo que te pasa a tí, porque no es cuestión de jolgorio y yo paso de todo. Reírte es fundamental, primero es salud mental, y además evitas ser una carga.
¿La vida cambia la forma de cantar y las canciones que uno quiere cantar?
Sí, pero las canciones que uno quiere cantar, cambian hasta de año en año, e incluso tienen vuel- ta atrás. Hay una canción que un año se te atraganta y la sacas del repertorio, y luego vuelve, y otras que te gustan muchos cuando las grabas pero luego en el escenario te resultan sosas, aburridas. Con cada concierto casi vas tomando estas decisiones. Y en el transcur- so de toda la carrera, claro que vas cambiando, eres diferente. Cuando tenía 14 años ni siquiera era can- tante, era la guitarrista. Aunque tu planteamiento es otro, estás de una forma diferente, como sucede enlavida,noeslomismoalos50 años que a los 14.
¿Le molesta que la gente le pida las mismas canciones?
No, no molesta, pero ha sido muy complicado, porque hemos pasado por varios grupos. Cada vez que iniciamos esa andadura borrábamos el repertorio anterior para hacer precisamente un nuevo grupo. Y con Fangoria pasaron 20 años, pero es que si no Fango- ria no hubiese sido lo que es, sino una orquesta de grandes éxitos del pasado, con un montón de canciones nuevas que no conocería nadie. Creo que no nos equivocamos, fue una decisión radical.
¿Cuál es el secreto de tener un público de todas las generaciones?
No sé si es un secreto, es estar ahí. Haber estado ahí en los 70, en los 80. Y cuando digo estar ahí, es es- tar de verdad, vivirlo y sentirlo en cada momento. Yo ahora estoy en esos clubes que son undergrounds, minoritarios, porque me interesa lo que se hace.
