COMERCIO

Conciertos, ferias de arte o bazares, posibles fórmulas

En las galerías de O Couto, un grupo de promotores culturales ideó una propuesta nueva para dinamizar el espacio comercial, un Salón Internacional de Arte Contemporáneo 

Las galerías comerciales ofrecen un espacio adaptado para diversas propuestas artísticas. En las de O Couto, un grupo de promotores culturales ideó una propuesta nueva para dinamizar el espacio comercial, un Salón Internacional de Arte Contemporáneo. 

El evento contó con una alta participación de vecinos y turistas, y abrió un nuevo abanico de posibilidades. "Hubo mucha gente, vinieron galerías de toda España, a la gente le gustó", explica Avelino Jácome, uno de los promotores. Pero los organizadores aseguran que falta apuesta institucional: "No puede ser que siempre sean propuestas privadas, mantenerlas en el tiempo se hace difícil, creo que podrían implicarse mucho más". Jácome recuerda que en las galerías también se podrían realizar conciertos y ferias, como la feria de antigüedades que también se celebra en las de O Couto. "Durante el verano tuvieron mucha afluencia de gente, este tipo de propuestas funciona. En lugares como Berlín sabrían como sacarle partido y aprovecharlas", añade. 

Durante el bipartito del PSOE y del BNG en la ciudad, el gobierno local propuso crear galerías temáticas para incrementar el número de clientes a las mismas, de forma que todos los locales compartiesen una característica (como productos gallegos, por ejemplo). El plan de dinamización de aquel momento incluía la atracción de emprendedores, con precios de alquileres más reducidos, así como vigilancia 24 horas. 

Otras galerías, como las de As Caldas, fueron ocupadas por un mismo negocio. El espacio que abarcaba hace años varios locales –muchos, vacíos– es hoy un amplio bazar chino que llega hasta la calle de detrás. "Ahora mismo solo sobreviven las tiendas que están hacia la calle, porque la gente no tiene que entrar, muchas veces no invitan a pasar", explica Benito Iglesias. Galerías más pequeñas, como las que conectan Samuel Eiján y Curros Enríquez, muestran la otra cara de las moneda. Dentro, casi todos los comercios están ocupados –cafetería, academia, barbería, zapatería, tienda de ropa...–, y la buena luminosidad y falta de recovecos escondidos ayuda a que los ourensanos crucen a menudo por ellas. 

Te puede interesar