Carlos P.P. tiene pendientes dos procesos relacionados con incidentes graves al volante
Carlos P.P., acusado de un homicidio doloso por el accidente mortal que le costó la vida a un motorista en septiembre del pasado año, regresó ayer al Juzgado de lo Penal 2. En esta ocasión, imputado en un delito de hurto de uso de vehículo a motor que reconoció, por lo que la sentencia fue de conformidad. En total, tres meses multa a razón de tres euros al día.
El inculpado, tal como reconoció, entre las 18,25 y las 18,35 horas del día 22 de agosto de 2018, se introdujo en un coche que estaba estacionado en la calle Evaristo Vaamonde de Carballiño con las puertas abiertas y las llaves en el contacto. Carlos se fue con otro conocido en ese coche a Lugo, donde fue localizado por agentes de la Policía Nacional pasadas las dos y media de la madrugada en la calle Trino Grandio. Logró darse a la fuga y el coche fue finalmente recuperado sobre las cuatro y media de la madrugada en la avenida de Madrid. El vehículo presentaba daños, pero que no fueron valorados. La dueña fue indemnizada por la compañía de seguros y renunció a cualquier tipo de indemnización en este proceso penal.
El pasado mes de junio, el Penal 2 condenó a Carlos por unas lesiones,en diciembre de 2017, a dos años de cárcel. Clavó un cuchillo en el hombro a un amigo tras haber consumido alcohol y drogas.
Este vecino de Carballiño tiene dos causas pendientes de juicio: el accidente en el que murió un motorista el pasado año (se ventilará en la Audiencia) y otras lesiones por imprudencia grave por arrollar el 1 de junio a un pizzero. En ese accidente, dio positivo en alcohol y no podía conducir porque carecía del curso de reeducación y sensibilización vial tras una condena del Penal 2 que le inhabilitó para conducir durante dos años (acabó de cumplirla el 26 de mayo de este año).