Abdellatif M. aceptó seis meses de prisión y una multa de 1.500 euros por un delito del que también se considera una víctima, tal como aseguró a los magistrados de la Audiencia de Ourense a la hora de prestar conformidad por un caso de blanqueo de capitales. El inculpado sirvió de “mula” a unos estafadores cibernéticos que consiguieron a través del phishing (obtención de claves bancarias mediante engaño para sustraer dinero) cerca de 4.800 euros de una cliente de Abanca en Ourense. El acusado aceptó, a cambio de una comisión de 100 euros, que otra persona sin identificar, un cliente al que conoció en el hotel en el que trabajaba, ingresara en su propia cuenta el dinero estafado. El negocio era sencillo: dejaba su propia cuenta y después le entregaba el dinero. “Yo siempre estoy con la ley y caí en la trampa”, aseguró a la sala en dos ocasiones, para matizar que no había robado pese a sus penurias económicas.
El magistrado que presidió la sala le agradeció el esfuerzo realizado por desplazarse desde Algeciras para acudir al juicio. La fiscal le rebajó la pena inicialmente pedida (un año y medio de cárcel) porque en el delito imputado, blanqueo de capitales, aplicó el hecho de que se debiera a una imprudencia grave.
En Ourense, no es la primera vez que la Audiencia acoge juicios por blanqueo derivados de la sustracción de dinero por obtención ilícita de claves bancarias . Los casos de phishing, uno de los delitos informáticos más recurrentes, han aumentado en los últimos años. Por esta razón, la fuerzas de seguridad llaman a extremar las precauciones.
