Sucesos

Condenado por entrar a H&M de Ourense y manchar de sangre la ropa

El H&M del Paseo, donde tuvo lugar el suceso. (Google Maps)
photo_camera El H&M del Paseo, donde tuvo lugar el suceso. (Google Maps)
Los hechos sentenciados ocurrieron el 5 de marzo cuando Maba se cayó en la calle Paseo y comenzó a sangrar

Maba T., el senegalés que fue denunciado en agosto del pasado año por agredir sexualmente a una abogada que le prestaba ayuda, acaba de ser condenado por el Juzgado Penal 1 por un delito de daños a tenor de los desperfectos ocasionado en H&M. El fallo le impone tres meses y un día de multa, con una cuota diaria de cinco euros, ya que la magistrada que vio el caso le aprecia una atenuante muy cualificada de anomalía psíquica causada por el consumo de alcohol.

Los hechos sentenciados ocurrieron el 5 de marzo cuando Maba se cayó en la calle Paseo y comenzó a sangrar. Acto seguido entró a la tienda y empezó a gritar y a tirar la ropa. No solo se dirigió de forma agresiva a la clientela que en encontraban en el interior sino que increpó e insultó a dos trabajadoras de la tienda, que optaron por llamar a la Policía Nacional y al 061. El personal sanitario que acudió a prestarle auxilio tuvo que sujetarlo en el suelo al encontrarse muy agitado, profiriendo insultos y escupiendo, lo que impedía su asistencia. El inculpado fue trasladado al CHUO en donde fue atendido por intoxicación etílica y consumo de metanfetaminas.

Las prendas manchadas de sangre, valoradas en 459 euros, quedaron inutilizadas para la venta y hubo que contratar a una empresa para la desinfección de la tienda.

La jueza tuvo en cuenta las manifestaciones "persistentes y sin contradicciones esenciales" de las trabajadoras del local comercial. "Existen corroboraciones periféricas que otorgar verosimilitud a lo relato por los perjudicados", recoge la sentencia en alusión a las declaraciones de los policías que fueron requeridos.

Para la juzgadora, no quedó acreditado por parte del inculpado "que entrara en el establecimiento única y exclusivamente para pedir ayudar tras haber sufrido un caída en la calle". De ser así, hubiera aceptado el auxilio de las dependientas, personal sanitario y agentes y no hubiera deambulado por la tienda "tirando ropa al suelo, increpando, insultando y escupiendo a cuantas personas intentaban presentarle ayuda".

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