Ginés F.L., de 57 años, aceptó ayer una pena de tres meses de prisión y multa de seis meses, con una cuota de tres euros al día, por un incendio forestal que provocó al realizar una quema de restos agrícolas y forestales durante el confinamiento del primer estado de alarma, un periodo en el que solo se podía salir de casa en determinados supuestos muy tasados. El fuego comenzó en una finca de su propiedad ubicada en el pueblo de Souto-Vllarubín, en el concello de A Peroxa.
El incendio se declaró sobre las diez de la mañana del día 26 de marzo de 2020. El inculpado omitió las más elementales normas de cuidado y no contó con la autorizaciones ni comunicó que iba a prender fuego. No realizó una devasa de cinco metros en el punto de la quema y abandonó el lugar sin asegurarse de que el fuego quedaba extinguido. Las llamas se propagaron aprovechando el abundante combustible forestal y la pendiente del terreno, afectando a 0,05 hectáreas de monte raso. Afectó a varias fincas de particulares que renunciaron a ejercitar acciones civiles y penales. Fue extinguido por el servicio de extinción de la Xunta, originando unos gastos de 250,80 euros, que el inculpado ya abonó. Por esta razón, la fiscal le rebajó la pena, aplicándole la atenuante de reparación del daño, ya que en un principio reclamaba un año de cárcel y retiró la petición de responsabilidad civil.
