El inculpado provocó destrozos en una puerta e insultó a la jueza de guardia
El Juzgado de lo Penal 2 condenó a Marcos D.R., de 43 años, a tres meses de prisión, seis meses multa a tres euros al día y 31 días de trabajos en beneficio de la comunidad por los incidentes protagonizados en el edificio de judicial de O Couto en agosto de 2016 cuando iba a prestar declaración, al igual que su mujer y su hijo, por un delito relacionado con la violencia de género.
No sólo provocó destrozos sino que insultó a los agentes policiales, orinó hacia ellos en actitud desafiante, amenazó de muerte a su esposa e insultó a la jueza de guardia, quien debido a todos estos altercados lo envió a prisión.
El inculpado, al que se le aplicó la atenuante muy cualificada de drogadicción, comenzó a hacerse notar a las 11,45 horas del 12 de agosto nada más alcanzar la puerta del edificio judicial, desnudándose -quedó sólo en ropa interior-. Además, gritó a los efectivos de seguridad y, al introducirse en la puerta giratoria, la desencajó con un golpe. Mientras esperaba su turno, en la sala contigua habilitada en el juzgado de guardia, insultó a los policías y a los vigilantes de seguridad con frases como: "Sois unos cabrones, nos valéis para nada, chulos de mierda...". A pesar de que le llamaron la atención en reiteradas ocasiones para que depusiera su actitud, continuó chillando y golpeó las puertas de los pasillos. Hasta sacó su miembro viril con la puerta abierta del baño y orinó hacia los agentes.
La falta de respeto y consideración debida a los agentes de la autoridad y la alteración grave del orden en audiencia o tribunal motivó su detención. En ese momento, insultó a la magistrada y amenazó a su esposa con frases como "decidle a la puta de la jueza que a mi mujer me la voy a cargar". En el interior del furgón policial, ocasionó desperfectos por importe de 584 euros.
Por todos estos incidentes fue acusado de desobediencia, daños y amenazas, un proceso penal que se saldó ayer con una sentencia de conformidad.
El inculpado ya había sido detenido en la noche del 1 de agosto por amenazas de muerte a su mujer. En los calabozos de la Comisaría de Policía Nacional, defecó y atascó el váter con el pantalón. Después estampó sus heces por la pared de la habitación en la que estaba detenido.
