El acusado poseía una carabina que carecía de licencia y la vendió a un vecino, que la entregó a la guardia civil
Francisco Javier P. Q. fue condenado a seis meses de prisión por tenencia ilícita de armas, en concreto una carabina. La posesión de este arma fue descubierta el pasado mes de enero de 2016, cuando, según señala el texto de la jueza del Penal 2, "ofreció su venta a su vecino, C.L.G.G., una carabina marca Marlin modelo 94, número de serie 407377, calibre 44-40 winchester, en perfecto estado de funcionamiento y apta para el disparo, la cual era poseída por el acusado sin la correspondiente guía y licencia".
El vecino manifestó estar interesado en el arma y, una vez conseguida ésta, la entregó a la Guardia Civil.
Tras la prueba practicada durante el juicio, subraya la jueza que no se alberga duda alguna de que el acusado ostentó la tenencia de la carabina. "Para llegar a dicha conclusión se ha tenido en cuenta, fundamentalmente, la declaración prestada en juicio por el testigo, así como el reconocimiento parcial de los hechos por parte del acusado, cuando prestó declaración en fase de instrucción".
Por otra parte, se recuerda por parte de la jueza que "el acusado ha decidido, de manera voluntaria, no comparecer al juicio, postura de pasividad procesal que no se comprende de no ser ciertos los hechos que se le imputan". A esto se añade el hecho de que en fase de instrucción "reconoció respecto a la escopeta que se la había dejado en su casa un compañero suyo desde hacía unos cuatro meses". En este sentido se remarca que lo que el precepto legal castiga "es la simple tenencia, que es evidente que el acusado ostentó, al menos, en los cuatro meses que reconoce que tuvo el arma en su casa".
Por otra parte, señala la sentencia que si es el testigo el que entrega el arma a la Guardia Civil es porque "necesariamente" el acusado se la tuvo que entregar previamente.
