Los dos condenados por el llamado crimen de "A esmorga", Óscar Estévez López y Eduardo López Fernández, tras un veredicto con jurado popular, parece que esperarán por la sentencia del Tribunal Supremo en prisión, ya que han recurrido a este último órgano en casación.
La Audiencia de Ourense así lo ha decido en el caso del primero de los inculpados, y todo apunta a que seguirá el mismo criterio con el segundo, aunque su letrado aseguró en la mañana de ayer que no le fue notificada ninguna resolución al respecto.
Ambos ingresaron en el centro penitenciario de Pereiro de Aguiar el siete de febrero de este mismo año. Por ahora, la prisión es provisional porque el fallo que los condenó a 16 años por el asesinato del joven Alexandru Walter Boghiu (22 años) aún no es firme.
Ahora, la Audiencia ourensana, en un auto cuya ponente fue la magistrada Ana María del Carmen Blanco Arce, da la razón a la compañera que hace algo más de un mes decidió encarcelar, alegando el riesgo de fuga, a Estévez López.
Blanco Arce sostiene que ahora la opción de que la pena sea firme es mayor y el riesgo de que Estévez trate de sustraerse a la acción de la justicia, también. "La sentencia condenatoria primero y su confirmación por la Sala de lo Penal y Civil del TSXG añaden solidez a la consideración de la concurrencia de indicios racionales de la comisión de un delito de asesinato por el recurrente", recoge el auto.
La magistrada expone que la función de la prisión provisional no puede ser en ningún caso la de adelantar los efectos de una hipotética pena que pudiera serle impuesta al acusado (...) ya que con tales fines la privación de libertad excedería de los límites constitucionales". Pero, ahora, "hay más requisitos de carácter objetivo relativos a la realidad del delito y a la identidad del delincuente".
Tanto Óscar Estévez como su amigo Eduardo López estuvieron hasta ahora en libertad, salvo algo más de un año en la cárcel tras su detención a finales de diciembre de 2014 (uno fue excarcelado en marzo de 2016 y el otro en junio).
Fueron juzgado por la muerte del joven Alexandru Walter Boghiu (22 años) el 20 de diciembre de 2014 tras propinarle y arrojarlo vivo al canal del río Viñao, lo que provocó que fuese arrastrado por la corriente y falleciese en el agua. Esa madrugada habían estado todos de fiesta -"esmorga"- hasta que acabaron en la casa de Eduardo en Cameixa (Boborás), en donde se produjo una pelea porque la víctima orinó en la bodega y dijo frases ofensivas sobre la familia de Óscar.
La madre de la víctima no ha parado desde entonces para demandar justicia ya que, según insistió siempre, su hijo era un buen chico que tuvo la mala suerte de compartir aquella noche con los acusados.
