La Policía Local registró un percance cada cuatro días el año pasado, con una mejoría en este 2018
El sistema de bolardos en los accesos al Casco Vello de la ciudad de Ourense, puesto en marcha en 2004 por el gobierno de Manuel Cabezas para controlar el tráfico de vehículos una vez peatonalizado el barrio, no es ni mucho menos perfecto, lo que provoca que, periódicamente, se registren incidentes con los coches que pretenden entrar o salir de la zona histórica. El último de ellos, el pasado miércoles, es el sexto en lo que va de año, según las cifras aportadas por la Unidad de Atestados de Tráfico de la Policía Local.
La frecuencia en los casi tres meses que han transcurrido del presente ejercicio es la de un incidente cada algo más de nueve días, aunque en lo que llevamos del actual mes de marzo ya se han tenido que atender cuatro accidentes.
Durante 2017, por su parte, se obligaba a realizar un atestado a la Policía Local cada algo más de cuatro días, con un total de 85 siniestros viales, indica el cuerpo en sus estadísticas. El análisis realizado de los sucesos durante el pasado año permite constatar, de acuerdo con Tráfico, que el 97,64% de los accidentes son achacables a los conductores de los vehículos, "que tienen la responsabilidad de los mismos".
En el desglose de motivos, intentar atravesar los bolardos de alguna de las entradas o salidas del Casco Vello con el semáforo en rojo, aparece en 68 de los 85 casos anotados, el más habitual.
La segunda razón más frecuente en los incidentes con el sistema de acceso, 11 situaciones, viene por aquellos conductores que intentan acceder con su coche a la zona de circulación restringida detrás de un vehículo que sí cuenta con autorización, por lo que el bolardo sube justo después de este y acaba impactando con el siguiente.
El resto de percances con este mecanismo de control se produjeron por un mal uso de las tarjetas que concede el Concello a aquellos ciudadanos que necesiten acceder al Casco Vello, bien por motivos de residencia o laboral, una situación que está detrás de cuatro casos, mientras que solo uno, según la Policía Local, fue por defecto del sistema de bolardos.
El cuerpo policial precisa también que no se registraron actuaciones en la que los peatones hayan sufrido lesiones.
Por meses, el año pasado fueron marzo y junio los que más incidentes tuvieron, una docena. Mientras, en julio hubo cuatro y en enero, febrero y diciembre cinco, respectivamente.
En total, desde que el sistema de bolardos se puso en marcha hace 14 años, se han registrado aproximadamente 1.600 incidentes.
Futuro
El modelo de bolardos para controlar el tráfico rodado por el Casco Vello ha sido un debate recurrente en el salón de plenos durante los últimos años, con varios acuerdos adoptados que abogan por su supresión, al considerarse obsoleto y de mucho riesgo para los vehículos, y su sustitución por un sistema de cámaras que incorpore un lector de matrículas que permita identificar a aquellos conductores con permiso.
Sin embargo, cualquier cambio que se quiera llevar a cabo se topa con la situación administrativa del contrato de mantenimiento semafórico, en el que se incluyen los bolardos y que está caducado y en precario desde hace casi tres años.
El gobierno municipal tiene en mente incluir en el pliego de condiciones una cláusula para que las empresas que opten al concurso planteen alternativas al sistema de control de acceso al Casco Vello, pero el procedimiento continúa enquistado, encontrándose además con un nuevo inconveniente, la entrada en vigor de la nueva Ley de Contratos Públicos, que dilatará más el expediente. La intención del PP es renovar esta concesión durante 2018.
