Ni medidas concretas ni sanciones: la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS) admite una “preocupación” por la falta de lluvias de cara al verano, (se prevé una situación de sequía como la de 2017), pero no impondrá reglas específicas más allá de las 400 cartas de aviso enviadas a 200 concellos de la cuenca para que sean estos los que pongan restricciones. Parada de Sil, Vilardevós o Sandiás son los municipios que ya han limitado el uso del agua de la traída por la falta de lluvias en las últimas semanas. Las precipitaciones de estos días no son suficientes para paliar el “año pluviómetro anómalo” que es 2022, en palabras del presidente de la Hidrográfica, José Antonio Quiroga. Ha llovido un 45% menos que el año pasado y Quiroga señala que aunque las lluvias de las últimas jornadas son “benvidas”, en ningún caso “é solución” para la situación actual de sequía a las puertas del verano. El presidente de la Hidrográfica sí reconoció este viernes que enviarán una comunicación oficial a las empresas hidroeléctricas para que actúen con “racionalidade” en la cuenca porque solicitar que reduzcan la producción eléctrica “non podemos pedirllo”. Por este motivo, les enviarán una recomendación para que actúen en función de la situación anómala de la cuenca. El panorama de cara al verano es desalentador: “Non se prevé un verán húmido”.
El responsable de la CHMS comparó el año hidrológico de 2022 con el que de 2017, la última gran sequía. “Neste senso, hai preocupación. Sen dramatismo, pero hai que tomar certas medidas”, indicó. Además de las 400 comunicaciones enviadas a 200 concellos de la cuenca, la Hidrográfica también avisó a 44 comunidades de regantes. “A finalidade das cartas é trasladarlles a preocupación e instalos a que empecen a tomar medidas de cara a campaña de verán, en previsión de que as precipitacións non cambien radicalmente”, señaló este viernes Quiroga tras la reunión de la mesa técnica de la sequía, que mantiene encuentros periódicos desde febrero, cuando comenzaron a detectar la falta de lluvias. Además, confirmaron que hay redes de abastecimiento que en algunos casos tienen pérdidas “moi significativas”, de hasta el 30%.
Quiroga insiste en que son las administraciones locales “as que teñen máis impacto na cidadanía como último eslabón de reparto do acceso da auga. A responsabilidade da toma de medidas é delas, por iso estamos avisando con tempo”. En este sentido, se contemplarían recomendaciones como “distribución máis racional de rego de parques, xardíns, campos deportivos, baldeo de rúas…”.
Al igual que con las medidas concretas, el organismo de cuenca delega la posibilidad de multar en los concellos. “As sancións terían que ir no ámbito da administración local. Vai haber un apartado específico de sancións ante a falta de recursos hídricos? Desde esta casa non”, señaló el presidente del organismo de cuenca.
“Normalidade"
Desde la Hidrográfica insisten en que aunque hai “certa preocupación”, los problemas que pudieran ocasionarse de la falta de agua “non serán xeralizados”. Así, puso de ejemplo el caso de la aldea de Vilar de Barrio que hace una semana se quedó sin agua. “En 2017 xa foran problemas focalizados e puntuais. En Vilar de Barrio non tiñan infraestrutura preparada. Haberá problemas en certos puntos, como en 2017, nos que a rede non esté ben preparada ou porque o acuífero experimente estrés hídrico”.
Quiroga también recordó el estado de la cuenca ante la repercusión de la escasez de lluvia: “normalidade” para el Miño Alto, medio y bajo; prealerta en el Sil y el Limia y alerta n el Cabe
La presa de As Portas, al 23% de su capacidad: “Está case no nacemento do río”
Además de instar a los concellos de la cuenca Miño-Sil a tomar medidas frente a la escasez de lluvias, el presidente de la Hidrográfica apeló a la “concienciación” de los ciudadanos, “que non poden quedar fóra desta dinámica de aforro”. La tercera pata del problema, las empresas hidroeléctricas, también tiene su responsabilidad. Los embalses están al 54% de media de su capacidad en la provincia (casi un 30% menos que el promedio histórico), aunque hay casos sangrantes como la presa de As Portas, que no llega al 23% de agua embalsada en estos momentos. Quiroga señaló que la “sorte” de la cuenca Miño-Sil es que “o abastecemento de auga a vilas e cidades non depende estritamente do nivel dos pantanos”, aunque “na medida en que as precipitacións non recobren a normalidade, vai ter repercusión no nivel do caudal e na auga acumulada”.
En este sentido, el responsable del organismo de cuenca apuntó que la gestión de los embalses “pasa polas concesións que están en mans das empresas hidroeléctricas e espero que actúen con racionalidade e de acordo coa situación pluviométrica actual”.
Sobre la presa de As Portas, la que está en una situación más dramática de la provincia, Quiroga llamó la atención: “Non deu recuperado e se non chove non vai recuperar, está case no nacemento do río”.
