Consejos para evitar la depresión posvacacional y hacer más agradable la vuelta a la rutina

Los ourensanos saldrán de la provincia, pero se quedarán en Galicia para pasar las vacaciones (ÓSCAR PINAL).
photo_camera Al calor. (ÓSCAR PINAL).
El regreso a semanas y semanas de marcada rutina puede desanimar a muchas personas, así que he aquí unas pocas claves para facilitar las cosas.

La vuelta a la rutina después de las vacaciones es uno de los momentos más difíciles de gestionar a nivel emocional de todo el año. No obstante, para que esta situación sea lo más liviana posible, se puede seguir una serie de consejos que, a buen seguro, ayudarán a sobrellevar este "mal trago" tan propio del mes de septiembre que ahora comienza. 

Llega a trabajar ese primer día algo antes o con alguna tarea adelantada: 

Al regresar de vacaciones, uno se puede encontrar con que realiza las tareas de la jornada a menor velocidad, lo cual tenderá a causar agobio, sobre todo cuando terceros (ya sean compañeros, jefes o clientes) exigen un ritmo elevado al que no se logra llegar fácilmente sin la soltura que confiere la práctica acumulada de unos cuantos días seguidos llevando a cabo la misma rutina.

Por lo tanto, estos días lo mejor será hacer tripas corazón y llegar al lugar de trabajo algo antes, reflexionar sobre las tareas que habrá que llevar a cabo durante la jornada e incluso adelantar algunas, sencillas, para no perder tiempo y evitar esos agobios que causa la falta de práctica.

Luego, cuando ya se esté más suelto, no hará falta seguir este consejo, pensado para que uno no se agobie en su vuelta, y pueda trabajar de forma cómoda.

No esperes a que terminen las vacaciones para recuperar las rutinas: 

El verano es para muchos una época de relajación de costumbres, en la que los horarios de sueño y de comida no se cumplen a rajatabla precisamente. Pero, tarde o temprano, se debe volver al ritmo habitual, y se recomienda no aguardar a última hora, para que nuestra mente y todo nuestro organismo lleguen de la mejor manera a las primeras jornadas.

Ejercita tu mente: 

Después de tantos días de merecido descanso, puede que nuestro cerebro se encuentre "desconectado" y, más allá de la probable pereza, cueste más llevar a cabo las tareas por falta de concentración. Para minimizar esto, realizar algún juego mental puede ayudar a "despertar" nuestra mente de cara a las primeras jornadas. 

Mens sana in corpore sano: 

El bienestar físico que confiere el deporte puede ayudar, y mucho, a tener una mente despejada durante los días difíciles. Y tampoco se trata de llevar a cabo grandes gestas: la cuestión es levantarse un poco del sofá, apagar la televisión y salir de casa a que nos de el aire y mover un poco las piernas. 

 

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