Se avecina una ola de calor provocada por una masa de aire muy cálido y seco que proviene de África. Este fenómeno provocará temperaturas de hasta 38ºC en la capital provincial, los 37ºC e n Verín; en Carballiño, los 36; y en Viana do Bolo, los 34., y eso supone un riesgo para los ourensanos.
Ante este peligro, resulta especialmente importante prevenir para evitar cualquiera de los riesgos asociados. Los expertos son claro, es esencial ser previsor. Para ello, es mejor seguir los consejos sanitarios.
Aunque no siempre es sencillo, lo recomendable es no salir a la calle en las horas de mayor incidencia del sol. Entre las 12 del medio día y las 6 de la tarde, está en su punto más alto y afecta en mayor medida a la sensación de calor. En caso de no poder seguir este consejo, siempre es más recomendable caminar bajo la sombra, cubrir la cabeza de los rayos del sol y no permanecer demasiado tiempo en un lugar sin proteger.
Otra de las claves es la hidratación. Si bien siempre es importante beber líquidos, en situaciones como esta el cuerpo necesita permanecer hidratado. Por lo tanto, es mejor ir acompañado de agua o aprovechar esta excusa para reunirse en algún lugar fresco y compartir una bebida.
No es recomendable realizar sobreesfuerzos en momentos como este. El cuerpo no tiene la misma capacidad cuando se ve afectado por las altas temperaturas y el calor, así que mejor mantener reposo y tomarse con calma estos días.
Por lo que respecta a la conducción, espacios como un coche resultarán angustiosos y calurosos. Así que el mejor consejo es aparcar bajo la sombra y dejar algo de ventilación para evitar un efecto invernadero. Máxima alerta cuando alguien queda dentro del vehículo y, por supuesto, no se debe dejar mascotas o niños a solas.
Uno de los mayores riesgos
Los golpes de calor son uno de los mayores peligros en días como estos. Por eso, hay que mantenerse más alerta a los síntomas: altas temperaturas corporales, piel roja caliente y seca, respiración y frecuencia cardíaca anormales, dolor palpitante de cabeza, mareos o, incluso, convulsiones.
Ante esta situación, los expertos son claros, siempre es mejor advertir al 112 para evitar males mayores.
