El éxodo ourensano en los últimos años provoca un problema para la pérdida de sociedad tanto en el rural como en la urbe, en general.
La continua merma de población en el rural y en la provincia en general enfrenta a los políticos a un reto al que habrán de hacer frente, pero para el cual necesita de una inversión exterior, por la que habrá de luchar a través del denominado laboratorio demográfico.
1- Atraer fondos de la UE
Uno de los retos clave es conseguir que la Unión Europea ponga su foco en Ourense. Hay provincias como Teruel, Soria o Cuenca que hacen presión para captar ayudas, basándose en la baja densidad de población que atesoran. Pero Ourense tiene otras particularidades, que no son más que convertirse en el reflejo de la Europa 2050: la mayor esperanza de vida, población muy dispersa, muy envejecida y muy arraigada a sus núcleos y a hacer vida en ellos. Y es que la UE no contemplará el criterio de la despoblación. En el Parlamento Europeo la ha advertido también el BNG, en voz de Ana Miranda, que los fondos de cohesión "non darán responsa ás necesidades do país". El presidente de la Diputación y de Partenalia, Manuel Baltar, pedía esta semana una "forte" política de cohesión en Bruselas.
2-Mantener escuelas
Plantearse un cambio en los umbrales de alumnado necesario para tener escuelas abiertas parece necesario. Así lo dice el experto en demografía y profesor de la Universidade de Compostela, Rubén Camilo Lois. "Hai que replantexarse un cambio nos umbrais. Porque o rural precisa servizos, e o ensino é fundamental". También lo ve así el presidente de la federación de asociaciones de padres FAPA Ourense, José Antonio Álvarez Caride, que ve "necesario manter las escuelas, porque sin colegio no hauy niños, y sin niños no hay pueblos". En la actualidad, se exigen cinco matriculados para mantener escuelas unitarias .
3- Los centros de salud
El Servizo Galego de Saúde ha advertido en diferentes ocasiones de que se mantiene el servicio, pero reconoció, recientemente, con la supresión de una plaza de enfermería en Toén, añadiéndola a Barbadás, que hay criterios de "eficiencia". Ahora Toén, pero también otros núcleos, dice que hay una atención domiciliaria por cubrir.
4- Falta de médicos, pocos pacientes y problemas de las farmacias rurales
Las farmacias del rural claman por ayuda continuamente, la última vez esta semana, en la que piderion cambios legislativos para poder funcionar, tras calcular en más de un 60% sus pérdidas en la última década. Otro problema es el de los médicos.. En la provincia de Ourense, hay 12 facultativos que tienen una nómina de menos de 500 pacientes. Como dice José Luis Jiménez, presidente del Colegio de Médicos, "no es bueno que un médico esté parado", por lo que uno de los retos será evitar el posible cierre de centros de salud en el rural, no por cuestión económica, sino porque no sería sanitariamente posible mantenerlos. Por otra parte, pocos médicos ven atractivo ir al rural. José Carlos Bastida, presidente de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia en Galicia, llama a "detener la sangría amortizadora de la zona rural e incentivar el trabajo en estos lugares. Detener la sangría amortizadora de la zona rural e incentivar el trabajo en estos lugares". Si hace falta, como dice Jiménez, "habrá que pagarles más".
