REPORTAJE

Óscar Martínez: “Convivir con los demás supera a la parroquia"

cura
photo_camera Oscar Martínez.

Es uno de los tres sacerdotes de la Unidad Atención Parroquial de Verín. Su labor consiste en garantizar las misas y realizar actividades en la zona, tarea que desempeñan "con mucha ilusión 

Cuando Óscar Martínez Caamaño se ordenó sacerdote, jamás imaginó que terminaría siendo una figura fundamental para no solo una, sino varias parroquias. Junto a otros dos compañeros, compone la Unidad de Atención Parroquial de Verín, en la que él ejerce como 'moderador', como le llaman a su puesto.

Su campo de acción son 12 feligresías de Verín y su entorno, además de dos centros de culto de la zona, que son la parroquia de Santa María (Castrelo do Val) y el santuario de Nuestra Señora de los Remedios (Verín). "Ante la falta de sacerdotes para cada una de las parroquias, el señor obispo nos solicitó empezar a intentar trabajar en común para que todos los feligreses estén atendidos", relata.

Como sede central está la parroquia de Verín, en donde se ubica el despacho y el archivo, mientras el culto de distribuye por todas las iglesias que abarca este espacio de atención pastoral. Óscar Martínez reconoce que esta "todavía está en proceso de constitución y la gente se está acostumbrando poco a poco".

Por el momento, la catequesis se ha centralizado en tres secciones dentro del ámbito territorial de la Unidad y se han desarrollado actividades comunes. "Es un trabajo positivo, sobre todo porque lo hacemos conviviendo varios sacerdotes, animándonos y apoyándonos los unos a los otros", explica el párroco moderador. Este modo de vida, comenta, refrenda que "el ser cristiano implica vivir una comunión con todos los demás, que está por encima de la parroquia".

El principal esfuerzo de los tres integrantes de esta Unidad Pastoral es que todas las feligresías "tengan al menos un culto por semana". Cualquier ayuda es buena, como sucedió en enero con la adición del párroco de Monterrei, jubilado, que "sigue colaborando con nosotros y celebrando misa". Además, tratan de que en las feligresías con mayor concurrencia se celebren eucaristías o actividades a mediados de semana.

Las comunidades religiosas de esta zona también son un importante apoyo. Son los Mercedarios de Verín, las religiosas del Amor de Dios del Colegio María Inmaculada y las Hermanitas de los Ancianos del asilo, a pesar de contar este último con su capellán. "También hay que destacar el gran apoyo de los demás sacerdotes de la zona", agradece Óscar Martínez, especialmente cuando hay entierros simultáneos o días de fiesta en varias parroquias.

Una de las ventajas que presentan estas 12 parroquias es su localización, radial y no demasiado alejada de la de Verín. Pero la agenda se sobrecarga igualmente todos los domingos, cuando "tenemos que hacer un poco de maratón" para garantizar misas en cada iglesia. Atender una feligresía implica estar al corriente de su realidad social, donde principalmente influye el número de fieles de cada una, ya que "nos encontramos entre los 100 y los 10.000 habitantes, según el lugar".

Organizar las eucaristías de varias parroquias requiere de "un orden establecido" que sirva de orientación a los fieles. "Cada semana, nuestro equipo de sacerdotes se reúne para distribuir el trabajo y valorar cómo está la realidad de cada parroquia", explica Óscar Martínez Caamaño.

En cuanto a las sensaciones, el párroco moderador señala que "hay días en los que te sientes algo agobiado por los imprevistos, que te cambian la agenda", pero en general, "lo llevamos muy bien, es una manera de trabajar descargado y de ir concienciando a la gente de esta nueva realidad que nos toca vivir". Los tres sacerdotes de la Unidad de Verín son jóvenes, y ven esta forma de trabaja "con mucha ilusión" en inculcar a sus fieles "que ahora no solo se debe pensar en ellos, sino que hay que unir esfuerzos para que toda la comunidad esté atendida".

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