La compañía ourensana será la adjudicataria del proyecto, que prevé finalizarse en el año 2020
Una empresa ourensana, Copasa, será la encargada de ejecutar las obras del enlace de la A-52 con el Polígono de San Cibrao das Viñas. La Consellería de Infraestruturas e Vivenda de la Xunta de Galicia adjudicará a esta compañía las obras, por un importe que alcanzará algo más de 15,8 millones de euros. La oferta de la compañía ourensana rebaja en un 25% el presupuesto de licitación, para el que la Xunta tenía 21 millones de euros reservados.
La ourensana Copasa competía con otras grandes constructoras españolas para hacerse con la adjudicación de una obra que empresas y ciudadanos llevan años esperando como agua de mayo y que se acerca a ser una realidad. A finales del pasado año, la conselleira de Infraestruturas e Vivenda, Ethel Vázquez, prometía que las obras estarían en marcha antes del verano, y todo apunta a que así será.
Dieciséis ofertas
En total, se habían presentado 16 ofertas, entre las que estaban FCC, Civis Globa, Acciona, Sacyr, Dragados o Ferrovial, algunas de ellas agrupadas en uniones temporales de empresas. Las propuestas económicos oscilaban entre 15,6 y 16,1 millones de euros, y de Copasa se valoró que fue la mejor puntuada en el apartado técnico.
El próximo lunes, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, visitará el Polígono para anunciar la inminente puesta en marcha de las obras de un enlace que afectará a terrenos de vecinos tanto de San Cibrao como Taboadela.
La vía de nuevo trazado tendrá una longitud aproximada de 4,5 kilómetros. Se iniciará en el enlace de Gargantós, que conecta la A-52 con la autovía que va de Ourense a Celanova, la AG-31, mediante la reordenación de accesos a través de una glorieta bajo la A-52 y, después de salvar el río Benito, finalizará en la N-525, al sur del actual acceso al polígono industrial.
