OURENSE

Coren se une a las empresas que han recurrido el nuevo decreto energético

La drástica reducción de primas abocó al cierre a las 29 plantas de purines de España, entre ellas la de Sarreaus

La reforma energética promovida por el Gobierno central a través del real decreto 413/2014 ha llevado al cierre a las 29 plantas de reciclaje de purines (residuos de las granjas de animales) existentes en España, como consecuencia de la drástica reducción de las primas que recibían, lo que, según afirman sus responsables, hizo inviable su continuidad. El decreto aprobado en junio, aseguran, "no tiene en cuenta la elevada inversión de puesta en marcha y mantenimiento de estas plantas, ni su papel en la protección del medio ambiente".

Al igual que las restantes plantas españolas, entre las afectadas por el decreto se incluye el Centro Tecnológico Medioambiental (CTM) de la ourensana Coren, ubicado en Sarreaus. Se trata del único centro que existía en Galicia para el reciclaje de los residuos ganaderos, a la altura de los más avanzados de Europa en este sector. La adopción de esta medida, aseguraban ayer desde Coren, "no ha sido por voluntad propia", sino que se ha visto obligada al cierre "como consecuencia de la aplicación de la citada normativa". Además, Corren recuerda que el cierre de la planta ha afectado directamente a sus 12 trabajadores.

Las empresas afectadas por el nuevo decreto energético ya habían transmitido su rechazo durante la fase de tramitación pero, aun así, fue aprobado sin tener en cuenta sus objeciones. Las compañías, no obstante, siguieron instando al Gobierno a buscar alternativas que permitiesen la continuidad de las plantas, pero ante la ausencia de negociación, todas las empresas afectadas, entre las que Coren es una más, optaron por presentar un recurso ante el Tribunal Supremo.

Ahora, ante el cierre de la planta, Coren explica que ha tenido que adoptar medidas que permitan una correcta gestión de los residuos. Por ello, ha buscado nuevas praderías y montes comunales quemados a los que se trasladan los purines para su uso como abono, siempre garantizando el máximo respeto al medio ambiente y minimizando su impacto en el entorno. Estas tierras se encuentran fuera de la comarca de A Limia, para mantener la especial protección ambiental de que goza la zona.

Sin embargo, estas medidas disparan los costes que tienen que soportar los ganaderos, fundamentalmente explotaciones de carácter familiar que hasta ahora disponían libremente de este servicio. Con el cierre del CTM, se ha tenido que buscar nuevas parcelas a las que trasladar los purines y que, en muchos casos, se encuentran a distancias superiores a los 100 kilómetros de su lugar de origen.



Elevados costes

En concreto, el cierre del CTM supone que más de 150 explotaciones familiares de porcino tengan que asumir un coste medio de 45.000 euros por granja al año para la gestión de los purines, lo que supone un coste total de más de 6,7 millones de euros anuales. Esta circunstancia, señala Coren, "agrava la situación de un sector del que dependen numerosos puestos de trabajo, tanto de modo directo como indirecto, y que sufre en gran medida las consecuencias de la crisis de consumo en los últimos años, en el que los márgenes no existen y en el que los precios de venta ya están muy por debajo de otros países europeos".

Por último, el grupo ourensano señala que "esta circunstancia hace aún más urgente el apoyo de la Administración para la protección ambiental de la comarca de A Limia".

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