El covid noquea un emergente mes de noviembre de turismo y hostelería

VILAR DE SANTOS (PARADA). 11/11/2018. OURENSE. Magostos en Parada. FOTO: ÓSCAR PINAL
Los gremios del gran consumo asumen que el parón persistirá, ante el vacío de eventos en la provincia las próximas semanas

La provincia afronta su mes de noviembre más incierto y duro, con una hostelería en cierre parcial, con la prohibición de reuniones de no convivientes y mucho pesimismo tanto entre el turismo, que vive su peor año cuando encaraba su mejor momento, como en el comercio, que ahora ya no enfrenta los dilemas del Black Friday que otros años ocupaban los pensamientos, sino que busca fórmulas para aguantar con, al menos, respiración asistida.

Noviembre se había consolidado estos últimos años como uno de los puntales para desestacionalizar el turismo ourensano. Era un mes emergente, donde se concentraban eventos como la San Martiño, con miles de corredores; el concurso de pinchos de la ciudad, que dinamizaba la hostelería; los magostos, que estaban siendo tendencia y que conseguían disparar las ventas de carnicerías y panaderías, o el Outono Gastronómico. 

"Encargos a punta pala, vendemos un 500% o 600% más que otras semanas", señalaba el año pasado Emilio González, presidente de la Plaza de Abastos de la ciudad y dueño de Cárnicas Milucho. Desde las casas rurales y balnearios apuntaban a la gran ocupación gracias a programas como el Outono Gastronómico "con muy buena aceptación". Todo ha cambiado. Las restricciones y la pandemia han dado al traste con todo. "No sabemos si van a abrir o a cerrar. Defendemos que haya que cumplir las normas, pero debe haber una previsión. A estas alturas no sabemos si se podrá celebrar al menos en las casas los magostos o no". Las perspectivas van a peor. "Nos está fallando la hostelería y se está siendo muy injusto con ella", lamenta González. 

El turismo rural tiene malos augurios. En la Ribeira Sacra, el Consorcio de Turismo  detectó un gran "revés" en el último puente y advierte de que la mayor parte de establecimientos "o máis seguro é que poñan fin á actividade ata a vindeira tempada, dando por perdida outra ponte moi importante para o xeodestino como é a de decembro".  Lo harán tambiénen Caldaria en dos de sus balnearios. 

La Rectoral de Ansemil ya ha tomado la decisión de "abrir solo los fines de semana y con un número reducido de gente"  apelando a la "seriedad y responsabilidad" para salir "cuanto antes de esto", mientras su gerente, Javier Torquati, explica que "no queremos perder el tiempo y muchos nos estamos formando. Sabemos que es muy difícil, la gente lo está pasando muy mal, pero lo intentamos". De momento, vive con apenas un 15% de clientela respecto al año pasado. 

El comercio pide usar el dinero de las luces navideñas en dar ayudas

El 27 de noviembre llega una nueva edición de Black Friday, una de las fechas que ya se ha consolidado como de las más importantes del año para el comercio. Aunque los pequeños establecimientos lo rechazan o se suman a él a regañadientes , es una fecha ya estable en los calendarios comerciales. Sin embargo, este año, con las restricciones en vigor, ni siquiera se ha puesto sobre la mesa el debate. 

La única esperanza, Navidad

"Ahora mismo necesitamos liquidez. Llaman comerciantes todos los días con lágrimas en los ojos. La situación es crítica. La esperanza es salvar un poco la campaña de Navidad", señala Beatriz Gómez, presidenta de la Federación de Comercio, que cree que este año ni siquiera se pondrá sobre la mesa en noviembre el debate sobre si sumarse o no a los descuentos. 

Tener liquidez, objetivo

La cuestión ahora está en tener de qué vivir. "De las administraciones está llegando muy poca ayuda, las partidas todavía no han llegado y la gente lo está pasando muy mal. Son muchos meses arrastrando una crisis muy grave y el comercio de está resintiendo", indica Gómez, que avanza que en los próximos días registrará un escrito dirigido al Concello de Ourense para que renuncie a las luces de Navidad. "Queremos que todo lo de la campaña de Navidad lo inviertan en autónomos, hostelería y comercio, que son los más necesitados en este momento; una Navidad con un árbol iluminado en la Praza Maior es más que suficiente".

Pese a que las luces de Navidad, previstas para su encendido el 27 de noviembre y en proceso de adjudicación a la misma empresa que lleva las de Vigo, son un fuerte impulso cada año para el comercio, en este caso ven otras prioridades. "La ayuda de autónomos de Concello aún no le llegó a nadie. Nunca tuvimos una pandemia como la que estamos viviendo. La situación es diferente. Hay mucha gente con atrasos en los recibos de la Seguridad Social, en los alquileres... Una ayuda económica vendría muy bien para ponerse al día en esos temas. Aquí no puede primar la política". 

Los sectores

Hostelería // La falta de eventos  lamina las expectativas

Los últimos años, el concurso de pinchos Sabores de Ourense era una de las fechas que más ayudaba a dinamizar la hostelería en pleno San Martiño. Ahora, en espera de la deriva de las restricciones, nada hay previsto. Tampoco fiestas en torno a los magostos, ni carrera de San Martiño, ni eventos en Expourense, que en los últimos años tenían bastante actividad este mes. 
En el sector comercial, mientras algunas villas intentan zafarse con la creación de bonos, nadie ha abierto todavía un debate, el del Black Friday, que este año no tiene mucha pinta de ponerse sobre la mesa. El año pasado, las ventas crecieron en torno al 5% en ese día, pero ahora, de momento, a lo único que se aferra el sector comercial, como apunta Beatriz Gómez, es "a poder llegar a salvar un poco la Navidad". Las expectativas, de momento, en noviembre, difíciles. "Hay dudas y mucha incertidumbre, la situación es grave". 

Turismo rural // La ocupación se hunde y el sector se dedica a tener más formación

El sector turístico es una de las partes más afectadas por las restricciones y no tiene visos de mejoría. Torquati, desde Rectoral de Ansemil, apela a "mantener la calma" y, al menos aprovechar para salir más preparados. "Hicimos un webinar hace una semana con Gabriel Bartra, de la Fundación El Bulli. Esto es una cosa seria y tenemos que intentar aprender". Cree, eso sí, que se debería itnentar abrir la mano: "La hostelería debería poder abrir, con una aforo acotado, pero abrir al menos para trabajar". 
Mientras, en su asociación, Limia Verde, Torquati explica que están preparando la propuestas para primavera-verano o "trabajando en mejorar la web" como formas de no perder el tiempo. 

Los datos, de momento, no son esperanzadores. Según el Consorcio de Turismo Ribeira Sacra, muchos establecimientos ya dan por perdida la temporada tras las cifras del pasado puente y las perspectivas de aumentar las restricciones. En noviembre de 2019 se superó el 57% de ocupación, mientras que ahora, señalan, "non superamos o 20% nin na que sería unha boa ponte". 

Carnicerías y panaderías // No habrá magostos y las ventas, antes históricas, están paradas

Lo más cercano, que son los magostos y las celebraciones del San Martiño, pintan mal para carnicerías y panaderçías. Roberto González, presidente de la Asociación Provincial de Fabricantes y Expendedores de Pan en Ourense, es pesimista. "No podrá haber reuniones de las asociaciones de vecinos ni celebraciones familiares y eso se va a notar. Esta era una época cada año mejor, con muchas empanadas por encargo... Sin la hostelería, las panaderías notan la caída. "Esto es una cadena, y sin fiestas ni eventos afecta mucho", recalca González. Olga Giráldez, presidenta de la asociación de vecinos de Ponte Canedo, que ya confirma que "no podremos hacerlo". Giráldez lo ve "una pena", pero reconoce que "esto va a peor y no tiene pinta de que se vaya a abrir la mano".

El presidente de la Plaza de Abastos y gerente de Carnicería Milucho, Emilio González, exige que "al menos, sean claros y no tomen decisiones a última hora como el pasado viernes, que hundieron a los floristas. Si estamos mejorando, que dejen respirar un poco". 

Termalismo // Las restricciones hacen mella y adelantan cierres

El termalismo vivía en otoño uno de sus momentos álgidos del año, empujado en noviembre por el Outono Gastronómico y actividades del Imserso, que este año se han cancelado. Este último puente los niveles de ocupación han sido "moi baixos", del entorno del 20%, explica Alberto Canal, desde Caldaria. También aquí las restricciones han hecho mella, al cerrar las ciudades gallegas y comunidades vecinas como Asturias, Castilla y León o Madrid (donde era puente). El balneario de Lobios, que solía aguantar hasta el puente de diciembre, ya cerró el pasado  domingo, y este próximo se cierra el de Arnoia. "Intentaremos concentrar todo en Laias", apunta Canal. En noviembre habrá algún "pico" como la llegada de la Vuelta, y subsisten con programas como el de Termalismo Social  o Ourense, a provincia termal, ambos en parte afectados por unas restricciones que no se sabe cuándo finalizarán. 

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