Cristina Almeida: “Cualquier limitación a una mujer la siento como mía"

El PSOE de Ourense organiza hoy a las 19,30 horas un encuentro virtual con la abogada y política Cristina Almeida, con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el 25N, que se conmemora mañana. La ex dirigente de Izquierda Unida, conocida entre otros casos por ser una de las abogadas del atentado de Atocha y defender a los presos políticos durante el Franquismo, es también una voz feminista que ahora expresa sus ideas en tertulias televisivas. En el encuentro organizado por el socialismo ourensano, hablará de la otra pandemia: la del machismo. Va a muchas tertulias. ¿Sigue escuchando ese argumento del 8M y el covid o ha caducado? Es el que han querido hacer cuando ese día hubo no se cuántos partidos de fútbol y misas. Los de Vox y la derecha más extrema echaron la culpa a lo que más les molestaba, el 8M. Y sí, claro que lo sigo oyendo y me encargo de contestar. Hay muchas pandemias y ya vivimos una, la del machismo. ¿Cómo debe de ser este 25N? Hacer las actividades dentro de los órdenes que hay. Hay convocadas acciones, actos online, medidas de seguridad… Vamos a ser responsables y no dejar de celebrar una fecha que es de recuerdo, porque la pandemia no solo no ha evitado la violencia de las mujeres, sino que ha acelerado un proceso de maltrato por estar encerradas con sus maltratadores. Esto ha supuesto a muchas mujeres que aumenten la llamada al 016, que tengan menos ayudas… La pandemia ha sido mucho peor para las mujeres, para las que están en situación de maltrato y para otras que, aunque no hubieran denunciado, han visto este maltrato en su casa. ¿Cómo es el machismo actual? ¿Hay varias formas y perfiles o todo termina en lo mismo? Sería un absurdo negar que se está produciendo una transformación en el comportamiento de muchos hombres. Las mujeres trabajan más, están más metidas en la sociedad y no se pueden tener los esquemas de antes. Pero el 80% de las actividades del hogar las siguen haciendo mujeres. Van dándose cambios de mentalidad, pero tiene que arrancarse todavía. Está resurgiendo cómo se ha invisibilizado a las mujeres en la sociedad, se están descubriendo todas las que han querido olvidar en la historia. ¿Le ha tocado de cerca el machismo en la abogacía o más en el lado de defensa de las otras? No me ha tocado sufrir la violencia, pero tenía las mismas limitaciones siendo una abogada conocida que defendía a todo el mundo, pero era mujer. Cuando fui a denunciar a un director de una cárcel no lo pude hacer porque no estaba mi marido allí y necesitaba su permiso. Siempre me creo que mi situación personal, lo único en lo que me ha ayudado, es a poder superar las discriminaciones, pero no a sentirlas. Las he sentido. ¡Cuántos abogados me llamaban abogado y yo a ellos abogada! Mi madre nos hizo el favor de que todas las chicas estudiáramos, eramos cuatro mujeres y dos hombres y el único que no quiso estudiar fue un hombre. Mi madre era una niña listísima y no la dejaron estudiar. Ella no superó esa frustración y en vez de pasárnosla a nosotros, nos pasó el ánimo de estudiar como fuera. Cuando terminé la carrera no podia ser jueza, en el 66, estaba prohibido por ley. Ni jueza ni feminista, ¿no? ¿Se ha ganado muchos enemigos? Era una palabra casi prohibida. Parecía que el feminismo era una teoría que se iba a comer a los hombres, cuando lo que reclamábamos eran los mismos derechos. Eso lo he tenido claro toda mi vida. Cualquier limitación a una sola mujer, la siento como una limitación a mí. ¿Conoce la situación política de la ciudad de Ourense? Sé que hay un problema y que alcalde que ha salido no es lo más adecuado para Ourense. El PSOE ha sacado una cantidad de votos, pero como no ha sido apoyado… Intentan hacer una moción de censura, pero creo que al PP no le apetece darle al PSOE la alcaldía. Están en esa duda, aunque sea mejor para los ciudadanos de Ourense, pero tampoco quieren que sea bueno para el PSOE. No se puede estar a todo. Si se preocuparan más por los ciudadanos de Ourense, sería más facil que llegaran a un acuerdo de lo que hay que hacer y poder hacer las cosas juntos. Son peleas que no benefician a los ciudadanos y si se es consciente de que Ourense no está en las mejores manos, hay que buscar cuáles pueden ser las mejores manos. Sería lo normal que el resultado de una moción sea para poner a alguien que haya tenido el máximo respaldo, aunque no haya podido gobernar por los pactos de otros. Tengo la información política que se oye y mucho cariño a Galicia. No se está por la generosidad de los ciudadanos, sino por intereses de partido. Más allá de colores, no puede ser que la tercera ciudad de Galicia no tenga solución todavía. Eso. La generosidad se tiene que ver ahí. Si están dispuestos a una moción de censura, no pueden exigir quitar al cabeza de lista. Hay que pensar lo mejor para los ciudadanos. Es una situación que, sin estar yo en ningún partido, desanima mucho a los ciudadanos. El Concello de Ourense no apoya el 25N excusándose en responsabilidad institucional. ¿Qué le parece? ¿Un ayuntamiento tiene que estar presente en este día? Un ayuntamiento lo único que tiene que vigilar es el cumplimiento de la sanidad pública, pero la sanidad ideológica y el respaldo a las mujeres asesinadas tiene que tener un amparo institucional. Se tienen que hacer otro tipo de movidas, pero hay conferencias online y distanciamiento en actos. Todos los ayuntamientos tendrían que hacer una declaración y un acto institucional. Un acto de presencia contra la violencia machista, que no se ha parado con el covid, sino que ha aumentado.