Entrevista

Cristina Castaño: "Me encantaría rodar en Galicia y en gallego"

Cristina Castaño
photo_camera La actriz Cristina Castaño sostiene su premio. (Foto: Miguel Ángel)

La actriz recibe el premio OUFF Televisión, un galardón muy apropiado para una enamorada de la profesión en la pequeña pantalla.

El 24º Ourense Film Festival reconocía el jueves la trayectoria de Cristina Castaño (Vilalba, 1978) con el premio OUFF Televisión, un galardón muy apropiado para una actriz enamorada de la profesión en la pequeña pantalla.

Dice que la televisión estuvo muy denostada y ahora todo el mundo quiere hacer tele. ¿Alguna vez se ha sentido así?

En muchos momentos, comentarios de compañeros. Era típico en las escuelas, que la tele no era sinónimo de la élite de la profesión. Pero esto ha cambiado por completo.

¿Y nunca llegó a ser de esa opinión?

Para nada. Siempre me he sentido muy orgullosa de trabajar en televisión porque yo pensaba: "En todos los países hay televisión". Es algo que el público quiere, que lo ve muy cercano, que consume televisión en su casa. Ser un actor de televisión es un orgullo, no todo el mundo llega. No es fácil hacerse un hueco. Evidentemente no me gusta ser solo actriz de televisión, hago teatro y hago cine.  Y lo que me echen: musical, monólogos... Pero siempre he valorado mucho el trabajo de televisión porque conseguir ciertos estados emocionales y contar ciertas cosas con el tiempo que se nos da a los actores en televisión, es muy complicado. De hecho, sé que muchos actores de cine cuando han entrado en tele no han podido con ese ritmo. Me alegro mucho de lo que está sucediendo con las plataformas y que muchos actores de Hollywood estén haciendo tele.

¿Qué personajes le han marcado como espectadora?

Cuando estaba de adolescente en Santiago, dije: "Yo quiero estar en "Al salir de clase". Y estuve en al salir de clase.

¿Y como actriz?

Lidya de "Al salir de clase" fue un gran personaje. Fue la mala malísima y la gente aún lo recuerda. Fue divertido. Bueno, y doloroso porque la gente me odiaba. Judit por supuesto, en "La que se avecina", ha sido un antes y un después. Constanza de Borgoña en "Al final del camino" fue muy especial, la viví muy intensamente y me la llevo en el corazón. Macarena, ahora en "Toy Boy" ha sido otro viaje importante, es de los personajes más difíciles que he hecho. Y el amor de mi vida es Sally Bowles, en "Cabaret".

¿Le gustaría rodar en Galicia?

Me encantaría, y rodar en mi idioma. Soy gallega y cuando me enfado me sale el acento. Me gustaría poder hacer un personaje que tenga la idiosincrasia de mi tierra. 

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