El actual "microgobierno" dirigido por Gonzalo Pérez Jácome ha generado ya algunas tensiones con asociaciones vecinales. La voz de alarma la daba la presidenta de la asociación de vecinos de Ponte Canedo, Olga Giráldez, que mostraba su "preocupación" por las "continuas trabas" que el nuevo concejal de Participación Ciudadana (una de sus 14 áreas a gestionar), Telmo Ucha, está poniendo en su día a día a la hora de desarrollar actividades.
El último obstáculo se vivió en la tarde del jueves cuando Ucha intentó paralizar el acto de vacunación que personal del centro de salud de A Ponte tenía programado realizar ayer en las instalaciones de la asociación –dentro del programa que recorre todas las asociaciones del municipio–. Finalmente, la campaña de vacunación pudo desarrollarse ayer "después de que yo misma llamase al alcalde para quejarme por la situación".
Y es que Giráldez señalaba que el enfado con Ucha va a más, pues ya han tenido tensión con él por cuestiones de seguridad relativas a la colocación de una rendija con la cual separan dos estancias de sus instalaciones.
Defiende sus protocolos de seguridad, ya que aquí "ya en las elecciones se accedía por una escalera y se salía por otra". En todo caso, Giráldez apunta a que el descontento se extiende a otras asociaciones: "Parece que quiere incordiar, no sé qué es lo que pasa".
Sin desinfección, dice Miño
La Agrupación Miño denunció ayer el "abandono" al que están sometidos los locales vecinales que fueron usados como colegios electorales, de lo que responsabilizan tanto a Concello como Xunta: "Tres meses despois, seguen sen desinfectalos". "Resulta vergonzoso que Xunta e Concello se desentendan e deixen abandonados os locais veciñais que foron usados como colexio electoral", señaló la presidenta del colectivo, Lorinda Fernández, quien añadió que "moitas asociacións van acoller campaña de vacinación da gripe sen que a Xunta cumprira a promesa de desinfectar os locais".
