OURENSE NO TEMPO

Cruceiros de Auria Bella

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photo_camera Cruceiro da Estrela en otra ubicación (cliché colección Ourense no Tempo).

En un principio se situaban en las entradas de las ciudades y villas con un claro sentido religioso, pero poco a poco comenzaron a utilizarse también como adorno de plazas y cruces de calles en el interior de las poblaciones.

Crucero, cruceiro, cruz de término, humilladero son los principales nombres por los que se conocen estas construcciones pétreas. En un principio se situaban en las entradas de las ciudades y villas con un claro sentido religioso, pero poco a poco comenzaron a utilizarse también como adorno de plazas y cruces de calles en el interior de las poblaciones.

Nuestra ciudad no es demasiado rica en estos monumentos, actualmente, salvo error u omisión son nueve los situados en terreno urbano. De los más antiguos, hoy os quiero mostrar unas fotografías que tengo en mi archivo.

Tres de ellos pueden considerarse como recientes. El último en llegar es el situado en la alameda del Cruceiro, que desde 1920 aproximadamente se había quedado sin el suyo. En 1975, y aprovechando una remodelación de la plaza del Eirociño, se instaló uno de bella factura y con un par de detalles originales: la Virgen de los Remedios en el reverso de la cruz y el escudo de la ciudad en la base. El tercero de los “jóvenes”, es el situado en la calle Bispo Carrascosa, al lado del que fue y será algún día Museo Arqueolóxico de la ciudad; se trata de una obra del escultor Failde instalada en ese rincón el año 1961. Otros dos, los situados en el cementerio de San Francisco, a falta de más datos, llevan allí desde la inauguración del camposanto, en torno a 1834. El originario de la alameda del Cruceiro ya fue objeto de un artículo en el que os comentaba su traslado a la plaza de A Magdalena, después de un retiro vergonzoso en los almacenes municipales. De éste solo recordar que aun citándose en la base el año 1718, motivo por el que se afirma en varios textos que esa es su fecha de construcción, se sabe que esa fue la fecha en que se restauró por primer a vez, siendo su origen anterior supuestamente al siglo XVI o XVII.

Los tres restantes son de los que quiero mostraros estas fotografías. El del Polvorín, por su ubicación, es seguramente el más desconocido, y hasta aproximadamente los años ochenta del siglo pasado mostraba el aspecto que vemos en la primera fotografía: carecía de escalones y el tiempo lo había inclinado. Hoy presenta un aspecto más “juvenil”, a pesar de que posiblemente sea el más antiguo de los visibles en la ciudad, siglo XVI. (En el Museo Arqueolóxico parece ser que se conserva uno anterior, siglo XV. Cuando se rematen las obras de San Francisco, lo podremos ver).

El más artístico para mi gusto es el que desde finales del siglo XVI (¿1570?), permanece inamovible en el patio de la iglesia de la Trinidad, según los entendidos obra de Jácome de Moure, padre de Francisco de Moure. Como figuras principales tiene un Cristo y una Piedad. En algunos textos se apunta la posibilidad de que anteriormente estuviera colocado en la alameda del Concello, pero es probable que se trate de un error procedente de los bailes de su “primo”, el de la Magdalena.

El que sí que nos ha salido bailarín es el que hoy está pegado a la puerta de la sala Escolma de Escultura en el entorno del convento de San Francisco. Antes de llegar a ese lugar ha pasado por el jardincillo que existía en medio de las escaleras de Quebracús, de donde tuvo que salir para construir el edificio que hoy ocupa ese espacio. Anteriormente, y creo que de manera inicial, sabemos que estuvo frente a las escaleras del convento.

A estas nueve piezas habría que sumarle otras más de veinte que se encuentran diseminadas en los alrededores del concello: Rairo, Cabeza de Vaca, Cudeiro, Ceboliño, As Curuxeiras, Palmés, etc.

Más información en: "Cruces e cruceiros do Concello de Ourense", de J. Angel Losada Fernández (Anxo), y el artículo de Juan Andres Hervella en la revista Auria “Os cruceiros de Ourense” (junio 1988).

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