La fiesta de la patrona de la Guardia Civil, al igual que ocurre con los Custodios de la Policía Nacional, sirve de escenario para reconocer méritos a los de casa
La fiesta de la patrona de la Guardia Civil, al igual que ocurre con los Custodios de la Policía Nacional, sirve de escenario para reconocer méritos a los de casa, años de entrega y hasta para premiar a aquellos que no van de verde pero son proactivos con ese uniforme.
Y así ocurrió ayer a caballo entre la Virgen de Os Milagros y la Virgen del Pilar, los dos edificios de la Comandancia de Santa Mariña en cuyo exterior se celebra el acto institucional tras la misa en la Catedral.
Precisamente, este año le tocó el ingreso en la Orden del Mérito de la Guardia Civil al inspector jefe de la Brigada de la Policía Judicial de la Comisaría de Ourense, Demetrio Martínez, y al director de la delegación del Instituto de Medicina Legal, Julio Jiménez, quienes recibieron la cruz con distintivo blanco. Si para el forense era la primera, no así para el inspector,a quien el protocolo le impidió colgar más medallas en la pechera del uniforme para no diluir el reconocimiento de los anfitriones.
También se le dio pase por primera vez a la orden del mérito de la Guardia Civil a Manuel Cid, José Justo y Eladio Yáñez.
Y hubo condecoraciones para aquellos que hicieron servicios extraordinarios en el desempeño de su profesión . La cruz de plata, el máximo distintivo que hubo en esta edición del Pilar, fue para José Luis Ferreiro Novoa,el sargento de la Judicial que dirige las investigaciones de los delitos cometidos contra las personas. Junto al cabo César García Bouzas y el guardia Alfonso Prado, quienes recibieron la cruz con distintivo blanco, fueron reconocidos por la resolución del crimen que le costó la vida al chófer de Verín, Bernardino Pousa, delito por el que cumplen condenas de prisión cuatro personas. Por su parte, Aser Moreiro y Manuel Rojas fueron premiados por el caso Aleta. En esa operación, fueron detenidas un total de 50 personas por simular accidente para cobrar seguros. Por su parte, José Miranda Balbís recibió el distintivo blanco por un rescate en un río celanovés.
Conforme al reglamento de recompensas militares hizo cruz para Antonio Rial así como menciones honoríficas para cuatro vigilantes de seguridad (Fernando Prada, José Ignacio Rodríguez, Daniel Pérez y Jesús Miguel Diéguez.
La distinción honorífica por la colaboración con la Guardia Civil fue para Fidel Martínez, de Autos González.
