MAGOSTO

Cruz Roja une a usuarios y voluntarios en el magosto

Ourense. 10-11-16. Local. Magosto en Cruz Vermella.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Algunos de los voluntarios y de los técnicos que ayer celebraron su magosto con los usuarios.

Un año más la Cruz Roja unió a sus usuarios, voluntarios y técnicos para celebrar su magosto. Más de 150 personas de todas las edades y culturas se unieron para disfrutar de juegos populares y de una suculenta comida.

El olor a empanada marcó ayer la jornada en Cruz Roja, donde se celebró uno de sus eventos más intergeneracionales e interculturales del año. Tres bicas, 15 kilos de castañas, 100 chorizos, 50 barras de pan y ocho empanadas de diferentes gustos, junto con muchas ganas de pasárselo bien llevaron a unir a más de 150 personas en el garaje de la organización. A buen resguardo para impedir que la lluvia estropease la especial celebración.

Hasta el Centro de Día se fueron acercando usuarios del mismo, de la Teleasistencia, de Respiro Familiar o de Ayuda a Domicilio. También cuidadores, pequeños de las actividades de Promoción del Éxito Escolar o participantes en los cursos de español; todos disfrutaron en una jornada que sirvió como excusa para conocerse y descubrir los juegos populares que llevaron los alumnos del CIF Portovello y coparon parte de la atención de pequeños y mayores.

"Sempre lle dimos ese aire galego, con gaitas, música... Eu tiven a sorte de estar dende o inicio, desde que este centro está aberto en 1996 e cada ano con máis ilusión", explicaba Marisol González, directora del Centro de Día. Ayer, el tema fueron los juegos tradicionales, que los alumnos del Portovello acercaron a la sede de la organización. Zancos, la rana, la llave, sacos, trompos,... todo tipo de juegos de siempre hechos de materiales naturales y reciclados y adaptados a niños y personas mayores.

Xavier Viana, coordinador del equipo de cultura gallega en el Portovello explicaba como "cando falamos de xogos, falamos de todo o patrimonio vinculado, material e inmaterial. Se vincula o xogo a instrumentos tradicionales, construidos con elementos da natureza coma os de antes, de repente empezan a cantar cancións. Ten unha tarefa de estimulación cognitiva" .

Así, recordando canciones y trasladándoselas a las nuevas generaciones, entre juegos populares y comida de siempre transcurrió una exitosa jornada que no dejó más que ganas de seguir a todos sus participantes y colaboradores. El director del Portovello, Abel Ocampo, no lo dudaba; "voy a poner todo de mi parte para que no quede la idea de algo puntual sino colaborativo".

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