Cuando todavía está reciente en la memoria la cumbre de París, en la que se pusieron las bases de la lucha contra el cambio climático, desde Ourense, particulares, empresas y concellos ponen su granito de arena.
Si en París se dieron cita los máximos representantes de los países del mundo para decidir sobre el modo de actuar para frenar el proceso de cambio climático que parece estarse produciendo, desde Ourense ya hay particulares, empresas y concellos que están poniendo su granito de arena para contribuir a esta lucha. Es el caso de Víctor Barro, que vivía "hasta hace muy poco en el centro de la ciudad y con una comercializadora de energía convencional", que cambió, tras trasladarse a Seixalbo, por otra "que se compromete a comprar en el mercado exclusivamente energía renovable, como la solar o la eólica".
Es una apuesta que adoptó por su convencimiento "de que hay que luchar contra la energía sucia" y como reacción a la decisión de "las grandes compañías de dar tijeretazo definitivo a las energías renovables", cuando señala que "en este país otra cosa no tendremos, pero viento y sol, desde luego que sí".
Barro tuvo que hacer una aportación de 100 euros, ya que esta comercializadora, Somenergía, es una cooperativa, "pero ese dinero no se pierde, ni mucho menos, porque si la cooperativa quebrara, a ti te devuelven ese capital social".
Cuando se le pregunta por el posible beneficio económico que ha podido reportarle este cambio, reconoce que "mentiría si dijera que he notado un descenso en la factura", aunque sí apunta que "ahora por lo menos me entero de lo que pago, que antes había meses que me cobraban el doble, aunque después me lo devolvieran". Por otra parte, Víctor Barro se muestra "convencido de que estas iniciativas alternativas a las grandes compañías eléctricas conseguirán ofrecer servicios con un costo menor para el consumidor y de una manera mucho más responsable".
Antonio Justo, que ejerce de dentista en Verín y también ha apostado por la misma empresa cooperativa de energía eléctrica que Víctor Barro, señala que hizo esta elección "porque uno está concienciado con las energías verdes y, aunque sé que es un granito muy pequeño de arena, me parecía importante dar este paso".
Esta pequeña comercializadora (Somenergía) cuenta con "alrededor de 22.000 socios en toda España" y Justo señala que la seguridad que tiene es que "ellos me aseguran que toda la energía que me aportan es verde, tanto en mi casa como en la clínica dental que tengo en Verín".
Sí explica que "aquí no se trata de que te salga el recibo más barato, sino de apostar por esas energías verdes". Otra de las razones que le llevaron a tomar esta decisión "es luchar contra los oligopolios, que pactan y te mantienen los precios altos, como ocurrió con las compañías telefónicas".
Son dos apuestas particulares por las energías renovables y no contaminantes, pero también las hay desde los concellos, como es el caso del de Allariz, que en los años 90 ponía en marcha Bioallarluz, que en la actualidad "ten unha potencia instalada de 2.500 kilovatios producidos a través da combustión de biomasa". No es el único caso, ya que también instaló una "pequena planta fotovoltaica para proveer de enerxía á quesería instalada no Rexo", señala el alcalde alaricano, Francisco Rodríguez.
La Fundación San Rosendo lleva también años apostando por las calderas de biomasa como fuente de energía limpia, que tiene instaladas en 19 de sus residencias. La primera en sustituir las calderas de consumo de energía fósil por biomasa fue la de Arnoia, en 2008, y las últimas las de Nosa Señora do Viso de Lobeira y El Rocío de Vigo. Para el suministro de materia prima en los centros, se recurre a la contratación de proveedores locales. En cuanto a los beneficios, además de la apuesta por una energía limpia, se plasman en "ahorros importantes de entre un 50 y un 60 por ciento, según sea pellet o astilla el combustible utilizado", señalan desde la Fundación, desde donde matizan que "si se tiene en cuenta la amortización de la inversión que hay que realizar, el ahorro estaría en torno al 10 % del consumo frente a las energías fósiles".
