Cuando la pista de baile sustituyó a la trifulca callejera

photo_camera La calle Pizarro, en la madrugada del sábado, con gran afluencia.
La hora extra que permite el aforo de los pubs fue un éxito para el ocio nocturno en la madrugada del sábado. La mayoría hizo pleno y las calles, abarrotadas, acogieron numerosas colas

El ocio nocturno está experimentando uno de sus mejores momentos desde que comenzó la pandemia. Los pubs ya pueden abrir hasta las cuatro -presentando el certificado covid en la puerta- y  los aforos también son más amplios. Así lo hicieron la madrugada del sábado aquellos situados en el nivel más avanzado. El nuevo protocolo de la Xunta establece dos niveles -con “cunchiñas”- y un tercero para situaciones de mayor riesgo. Los que tienen dos compostelas  pueden llenar el 75% de su capacidad en el interior, una condición que reunió a más gente que en citas anteriores. En la provincia hay una excepción: O Barco. Es el único municipio que está en nivel medio y cuyos interiores están limitados al 50%.

Menos pelea y más fiesta

Los locales nocturnos hicieron pleno gracias a la normativa que entró en vigor tras el respaldo del alto tribunal gallego. Las colas en la puerta se sucedían, pero cada una de ellas mostró considerables dosis de civismo. Las peleas y los altercados, comunes en los últimos meses, quedaron en segundo plano. Lo importante era entrar a bailar. Los empresarios se mostraron complacientes con el resultado y celebraron la afluencia de gente poniendo copas hasta el último minuto, cuando tuvieron que invitar a irse a los clientes más rezagados.

Te puede interesar