El cultivo de marihuana gana terreno en el rural de Ourense

photo_camera Un guardia civil revisa plantas de marihuana decomisadas en Vilardevós.
Septiembre es la época de recolección de las cosechas, incluida la de marihuana, un cultivo que está ganando terreno en la provincia. La Guardia Civil se lo atribuye al abandono del rural. Llevan siete intervenciones en un mes

El cultivo de plantas de marihuana está ganando terreno en la provincia a tenor de las intervenciones que está llevando a cabo la Guardia Civil: siete desde el pasado 17 de agosto. Septiembre es el mes de la recolección, como sucede con el resto de la mayor parte de los cultivos. El Instituto Armado lo sabe y mantiene un operativo especial de vigilancia para localizar plantaciones de marihuana y detener o tomar de declaración en calidad de investigados a los propietarios como presuntos autores de un delito contra la salud pública. Curiosamente, las siete personas a las que los agentes sorprendieron con plantas de marihuana desde mediados del pasado mes de agosto alegaron que  eran para consumo propio con fines terapéuticos.

La última operación es reciente. La llevaron a cabo guardias civiles de Verín en la madrugada de ayer -00.00 horas- en la localidad de Vences (Monterrei). Los agentes intervinieron en un vehículo diversos cogollos de marihuana, que pesaron 61 kilos. El conductor, un vecino de Cualedro, identificado como M.C.F., de 30 años,  fue detenido. El resto de intervenciones  tuvieron como escenario Lobios (dos plantaciones), Cenlle, Vilardevós, Vilar de Barrio, Beariz y Oímbra. 

La venta de marihuana, una droga incluida en la categoría de las que no causan grave daño a la salud, está penalizada. Su cultivo y consumo en la vía pública es ilegal, pero en el Instituto Armado trabajan con la hipótesis de que las plantaciones aumentan cada año. "La mayor parte de la provincia ofrece condiciones ideales. El clima es suave, luce el sol y hay mucho terreno abandonado, que hasta hace unos años estaba destinado al cultivo de maíz, centeno, patatas y viñedo", afirmaron fuentes de Guardia Civil, puntualizando que en la mayoría de los pueblos apenas quedan vecinos, lo que dificulta detectar a los dueños de las plantaciones. "En la mayor parte de las intervenciones llevadas a cabo, la marihuana crecía en fincas rodeadas de maleza y con difícil acceso. Algunas de ellas estaban cerca de las casas", añadieron en el  Instituto Armado.

Antecedentes
Los guardias civiles no bajan la vigilancia y tienen previsto continuar con el operativo hasta mediados de otoño. Los agentes no dieron a conocer detalles de las líneas de investigación que pusieron en marcha en las últimas siete intervenciones de plantas de marihuana, pero en la actualidad mantienen una férrea vigilancia en torno a personas que tienen antecedentes, bien por cultivo o por "trapicheo" con este tipo de droga. Las pesquisas no solamente afectan a la provincia. Se están llevando a cabo en colaboración con otras comandancias, dado que algunos de los titulares de las plantaciones residen en otra provincia.

Este es el caso de la descubierta la semana pasada en Beariz. Los agentes tomaron declaración en calidad de investigado a un vecino de A Lama (Pontevedra), al que sorprendieron regando y abonando el terreno. Este pontevedrés tenía la plantación en los alrededores de la localidad de Doade. Los vecinos no se mostraron sorprendidos con la actividad ni con la intervención de la droga. "Hay tanta maleza que nadie desconfía de nada. La mayor parte de las fincas están abandonadas", aseguró un residente.

Las plantas intervenidas serán destruidas -quemadas- una vez puestas a disposición de los juzgados en que se llevó a cabo la incautación. 

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