CULTURA

La cultura busca un rumbo a la espera de nuevas dotaciones

Ourense. 05-05-17. Local. Pleno ordinario do concello de Ourense e protesta da Banda de música de Ourense.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera La Banda de Música, durante un concierto-protesta a las puertas de la casa consistorial.

La gestión de Banda de Música, Festival de Cine o Fiestas y recuperar la sintonía con el sector, retos

Entre las muchas polémicas vividas a lo largo del mandato que hoy llega a su final, la gestión del área cultural ha estado frecuentemente en el ojo del huracán, por lo que el gobierno que se configure a partir de mañana tendrá como una de sus metas fijar definitivamente un rumbo en materia de cultura, en un mandato en el que los ciudadanos podrán disfrutar de nuevas dotaciones como las que estarán en el complejo de San Francisco o con el renovado Museo Arqueolóxico, cuya reforma comenzará en las próximas semanas.

Pero las infraestructuras por sí solas no serán suficientes para recuperar el pulso cultural, sino que el gobierno municipal tendrá que coger el toro por los cuernos en asuntos que han quedado en el limbo a la espera de una decisión definitiva.

En este apartado está, por ejemplo, la Banda de Música. El gobierno del PP, que anunció en febrero que tenía todo preparado para lanzar el procedimiento de contratación para intentar, por tercera vez, recuperar la agrupación, no ha logrado sacar adelante los pliegos y la Banda es ya un recuerdo en la cabeza de los ourensanos, que la vieron tocar por última vez en abril de 2015. Dos concursos fallidos tras no prorrogar la gestión mediante un convenio han marcado el epílogo de esta institución centenaria.

La polémica tampoco esquivó al Festival de Cine de Ourense, un certamen que se fue recuperando de la mano de Fran Gayo pero que en 2018 estuvo a punto de suspenderse, acudiendo al rescate la Diputación para garantizar su viabilidad. El Concello cedió su gestión y debe decidir también el papel que va a jugar en el futuro. En su momento, se abrió una comisión de investigación sobre lo sucedido, que parece haber quedado en el olvido sin obtenerse ninguna conclusión.

Asimismo, a escasos días de que tengan lugar las Fiestas de Ourense, el empobrecimiento de la programación de este año obliga a repensar seriamente qué se quiere hacer con ellas. Partidos como DO o Ciudadanos llevaban en su programa electoral cuestiones como dar más visibilidad a fechas señaladas para Ourense como son los Magostos y San Martiño, pero más allá de esto, urge una reflexión sobre qué se quiere hacer y cómo llevarlo a cabo.


Conflictos


Recuperar la sintonía con el sector de la cultura debe ser también un objetivo fundamental para los próximos años. Las desavenencias surgidas a raíz del tardío cobro de las subvenciones programadas o a la hora de configurar los eventos han dejado muy tocada la relación entre la administración local y los colectivos, como se escenificó por ejemplo con la desaparición del Outono Fotográfico después de celebrarse durante más de tres décadas.

Evitar también polémicas como la surgida con un posible plagio en la elección del cartel de Os Maios en su edición del año pasado es otro de los deberes que aparecerá anotado en la libreta del nuevo responsable del área cultural. Como sus compañeros, tendrá mucho trabajo por delante. 

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