Xacobe Pato es ourensano, aunque a los siete años se mudó a Madrid. Con todo, sus padres no dudaban en empaquetarlo cada verano a Trasmiras. Estudió Políticas pero es librero en uno de los sitios cool de Santiago: Cronopios. Ayer publicó su primer libro, "Seré feliz mañana" (editoral Espasa); el diario personal que un día trascendió a Instagram y de ahí, a 14.000 seguidores. Un relato sincero, de quién no se avergüenza de escuchar sus propios audios, ni a C Tangana y Rosalía en tiempos de superioridad moral y cultural. También tiene colegas que piensan que Trasmiras es mentira, su "Macondo" particular.
Llega un momento en que empieza a tener muchos seguidores en Instagram. ¿Hubiera seguido si no avanza lo de los “followers"?
No me gusta escribir y guardar las cosas. Supongo que hubiera cambiado el formato.
Escribe que la mayor ambición de un escritor es ser leído. Parece lógico. Pero, ¿hay quien intenta tapar ese objetivo real?
Lo que me interesa de escribir es que llegue a alguien. Hay escritores que no lo van a decir, no sé si por pose, o porque les interesa que nadie les lea de verdad.
¿Se ha encontrado con mucha superioridad moral?
De momento, no. Supongo que habrá cierto prejuicio por haber empezado escribiendo en Instagram.
Escribe que se considera escritor de tercera. ¿Ha olvidado esa reflexión?
Puede ser que lo haya escrito, no lo recuerdo. Una cosa que intenté en los diarios es mantener opiniones con las que a lo mejor ya no estoy de acuerdo. Me parecía trampa. A lo mejor eso lo puse, pero no estoy de acuerdo. No creo que haya escritores de primera o tercera, pero si hay ligas ahora que lo pienso no estoy de acuerdo, porque igual estoy por debajo de tercera.
¿Cómo terminó de librero estudiando Políticas?
La carrera fue la época que menos leí. Cuando terminé, volví a casa de mi padre y empecé a leer mucho y a buscarme la vida. Me dijeron que abría una librería en Santiago y eché currículo. Fue casualidad.
¿Se ve de librero y escritor?
Al estar a la vez en una librería como autor y librero se pueden dar situaciones extrañas. Tengo curiosidad por saber si me voy a atrever a recomendar mi libro o me va a dar vergüenza. Creo que voy a esperar a que sea mi compañera la que lo haga. Muchas veces la gente te ve como un mueble más. Empiezan hablando de un libro como si no estuvieras ahí, criticando a muerte al autor. A veces pienso que a ver si no se van a dar cuenta de que soy yo el autor y me van a poner a parir. Me da pánico. Pero si me pasa me da para escribir.
Los veranos en Trasmiras...
Pasábamos todo el mes allí asilvestrados. Como escribo de Trasmiras, la gente me ha preguntado si es un pueblo inventado. A veces juego a decir que sí. Alguna vez me mandaban fotos del cartel yendo a Madrid para decirme que existe.
Los amigos de la capital.
Los de Madrid no se enteran.
