El salón de actos del Seminario Mayor acogió ayer la primera jornada de trabajo de la asamblea del sínodo que tiene en marcha el Obispado desde el año 2016. Los miembros, entre los que hay laicos y religiosos, reflexionaron sobre el primer documento de la iniciativa religiosa que lleva por nombre: "La parroquia: realidad, identidad y perspectivas de futuro".
A la reunión se sumó el obispo de Ourense, Leonardo Lemos, que saludó a cada uno de los presentes, a los que animó a seguir trabajando y a esforzarse "para dar a conocer el auténtico rostro de la Iglesia ourensana con sus pobrezas, pero también con sus muchas riquezas".
Los miembros de la comisión jurídica del sínodo pusieron sobre la mesa la dinámica que seguirán en las distintas asambleas, en las que los distintos miembros de la asamblea sinodal se deben dividir en grupos para debatir sobre cada uno de los documentos, a los que pueden aportar sugerencias sobre cada uno de los temas.
La conclusiones son presentadas a un plenario para su posterior aprobación. La próxima reunión quedó fijada para el próximo día 16 de noviembre.
El Obispado de Ourense puso en marcha el sínodo que se prolongará hasta el próximo año con el objetivo de abordar, junto con los religiosos y laicos, la realidad de la Diócesis ante la falta de vocaciones, la despoblación del medio rural y con ello la falta de feligreses en las distintas parroquias, además de los cambios que se están sucediendo en la sociedad con la introducción de las nuevas tecnologías.
El último sínodo realizado en Ourense fue en el año 1908. En la actualidad, la Diócesis de Ourense la integran 724 parroquias, que están siendo atendidas por 250 sacerdotes. Con el sínodo también se buscan fórmulas para prestar un mejor servicio a través de lo que se conoce como unidades pastorales.
