Las vacaciones de Navidad están a la vuelta de la esquina para los escolares ourensanos y el eterno debate "deberes sí o no" deja en desacuerdo a padres, pegadogos y profesores. Unos quieren más tiempo con sus hijos y otros sienten "controlado" su trabajo. Los que sí lo tienen claro son los principales afectados: los alumnos se quejan de excesiva carga de trabajo, las clásicas tareas para casa, tras una jornada de seis horas en los centros educativos. La carta al director que Noa, una alumna ourensana en apuros, envió recientemente a La Región, pone de nuevo el asunto sobre la mesa. "Hoy he llegado del colegio muy triste porque me paso horas estudiando y las notas de los exámenes no reflejan mi esfuerzo. Soy alumna de cuarto de la ESO y mi jornada estudiantil es de casi seis horas cada día y los lunes de ocho horas", dice el texto.
Una alumna de 2º de Bachillerato del IES 12 de Outubro comparte una reflexión parecida: "Le dedico una o dos horas al día, no tanto como en anteriores cursos. Solo considero necesarios los deberes de matemáticas y economía, son ejercicios de mucha práctica. Pero el resto podrían eliminarse porque no son de mucha ayuda. Este curso tenemos menos tiempo y mucho contenido, por lo que tenemos que dedicar mucho tiempo al estudio en casa. Que nos pongan deberes, más en época de exámenes, nos perjudica". La alumna relata que "no tengo mucho tiempo libre y durante la semana suelo quedar poco con mis amigos, ya que todos están en bachillerato".
"El lunes es el peor día. Salgo a las dos y entro a las 15,40 otra vez. Después, academia de matemáticas. El martes ya no rindo"
"El lunes es el peor día. Por la mañana salgo a las dos del colegio y a las 15,40 vuelvo a entrar. Después, tengo academia de matemáticas hasta las ocho de la tarde. Si tengo algún examen el martes ya no rindo nada y si encima tenemos deberes de varias asignaturas, me acuesto a las 12 de la noche", explica otra alumna de un colegio concertado de la ciudad que cursa 4º de la ESO y que a los deberes le dedica "sobre una o dos horas y a veces toda la tarde". Otro compañero del mismo colegio anota que el año que viene cambiará de colegio–en este no hay Bachillerato– y es consciente de que "tal y como funciona nuestro sistema educativo tendré que dejar el fútbol si quiero aprobar con notas buenas. Es difícil dedicar tiempo a otras cosas cuando no hay un día que no llevemos deberes para casa".
"El año que viene tendré que dejar el fútbol si quiero aprobar con buenas notas. Es difícil tener tiempo para más cosas"
El concepto "deberes escolares" se extiende a resúmenes y esquemas del temario, trabajos individuales o en grupo que implican tiempo fuera de clase y lecturas de libros para varias asignaturas que dejan a los chavales sin el tiempo necesario para el ocio. Una de las reivindicaciones de los escolares es "que los profesores se pongan de acuerdo" a la hora de enviar tareas extra para casa, teniendo en cuenta la carga de trabajo de cada día.
La jornada lectiva (un 60% de centros de Ourense aún tienen turno partida) es otro reto.
Tareas y rendimiento académico, de la mano para los expertos
Las anpas privadas, agrupadas en la Confederación Española de Centros de Enseñanza Privados (CECE), no se muestran contrarias a las tareas extraescolares y apuestan por la "autonomía" de los centros. Las públicas, a través de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA) impulsaron la campaña"Stop Deberes" que aboga por el ocio de los chavales y el "fin" de su jornada cuando salen del aula. José Antonio Álvarez Caride, presidente de FAPA Ourense (Federación de Asociacións de Nais e Pais de Ourense), considera que "los deberes son discriminatorios, sobre todo para las familias más desfavorecidas que no pueden ayudar a sus hijos". Pone el foco en el "cansancio y el agobio de algunos niños por los deberes, que terminan por romper su línea académica en el momento que no es obligatoria,a los 16 años, y esto es muy triste para el futuro de una persona". Antonio Valle Arias (Universidade de A Coruña), José Carlos Núñez Pérez (Universidade de Oviedo) y Pedro Rosário (Universidade de Minho) firman un informe sobre los deberes escolares publicado por la Xunta.
La conclusión de estos expertos es que " cuantos más deberes hace el alumnado, mejor es su rendimiento académico". Aunque anotan que las tareas han de ser "atractivas, pero de calidad". Sí apuntan " poca o ninguna coordinación entre los profesores con los deberes". Cristina Novoa, carballiñesa premiada como una de las mejores docentes de España, aboga por que los deberes sean "un refuerzo pero no una medida normalizada, los niños se deben evaluar día a día y suprimiría los exámenes".
La norma gallega deja libertad para poner deberes a los centros educativos
Un decreto de la Xunta sobre el currículo de educación primaria en Galicia es la única mención de reguladora sobre los deberes, que deja a los centros autonomía para establecer las tareas escolares. "No caso do seu establecemento, terase en conta un adecuado encaixe na vida das familias, de xeito que se facilite a participación activa das mesmas na aprendizaxe e a adecuada conciliación da vida persoal e familiar, con respecto aos tempos de lecer do alumnado", señala la disposición del decreto. Este documento "corrige" una regulación antigua, de 1997, que recomendaba a los centros no encargar tareas fuera del centro a escolares entre siete y 12 años. La eliminación de esta recomendación molesta a las anpas que creen que son tareas "discriminatorias". n
