Llega la paradoja: cuantas más plazas se convocan para trabajar en la Administración, menos aspirantes hay. El aparente contrasentido lo perciben en los centros ourensanos que se dedican a la preparación de oposiciones y viene a ensombrecer aquella imagen de que Ourense era "la fábrica de los opositores".
"Está claro que el perfil del opositor ha cambiado, mucha gente no tiene la capacidad de sacrificio que había antes y eso se nota", sentencia Pablo López Moura, propietario y gerente de grupo Safe, en cuya estructura está Academia Zeus, dedicada a la preparación de oposiciones. Otros colegas del sector suscriben reflexiones semejantes.
Los centros de enseñanza esperaban que tras los años de crisis, con una merma importante en el número de plazas que salían a concurso, llegasen los buenos momentos de las grandes convocatorias. Esa circunstancia se ha producido pero los alumnos no llegan en la misma proporción.
Entre las razones que explican esta aparente desidia están las siguientes: la emigración juvenil ha echado al opositor ourensano, las plazas fuera ya no seducen y, sin duda, el nivel de sacrificio y disciplina que comporta aprobar los exámenes para obtener el empleo retraen al alumno. Yolanda Mosquera, del servicio de información de Academia Postal, cree que "la sociedad peca de acomodaticia, a veces ni se informa y lo importante es informarse y saber que puede tener una oportunidad". Y resume: "Con tanta oferta, malo será que no haya alguna que le vaya a su perfil".
Pero, claro, "hay que dedicar meses o años hasta que se consigue, pero luego tienes la tranquilidad de un puesto público, que no tiene nada que ver con muchas condiciones que se dan en el sector privado", indica Yolanda Mosquera.
Los tablones de anuncios de las academias echan el resto para captar a potenciales alumnos. El repertorio es amplio y, a priori, sugerente. Centros como Academia Postal distribuyen información en la que solo en la Administración central aparecen enumeradas en torno a 20.000 plazas entre ministerios y organismos o entidades dependientes, sumando las plazas que salen a concurso libre o a promoción interna. La Xunta tiene en cartera casi 2.400 plazas entre convocadas y pendientes, tanto en promoción interna como en oposición libre. A ellas habría que sumar unas 1.600 para diferentes categorías del Sergas. La Universidad de Santiago convoca 96 plazas y la de Vigo otras 41. Fuera de Galicia tienen procesos abiertos en Andalucía, Castilla La Mancha, Madrid y Castilla y León.
La convocatoria es importante, pero la matrícula no va en la misma proporción. Antonio Devesa, propietario de la Academia San Mamed, percibe que "hace ya años que falta gente joven en Ourense y son muchos los que se forman en la Universidad". Relata que "después de graduarse van de Erasmus y orientan su vida por otros caminos; las posibilidades laborales en Ourense son pocas".
Reconoce que "es a los jóvenes a los que más les cuesta la disciplina del estudio y curiosamente los que tienen más de 30 años, a lo mejor ya trabajando y con hijos, son los que más se esfuerzan para sacar una plaza". Esta teoría coincide con la que sostiene Yolanda Mosquera, de Academia Postal, que identifica "a opositores que ya trabajan, tienen familia, y optan igual a una oferta de empleo público".
"El que no se tome la oposición en serio no la va a sacar, no conozco otro método que no sea horas y horas de estudio", resume también Pablo López, de Safe.
El pasado
La preparación de oposiciones fue la salida laboral de cientos de ourensanos que buscaron en la función pública una alternativa al sector privado mucho más limitado. Los centros formativos ourensanos se granjearon fama de eficaces en la docencia a juzgar por el alto número de aprobados. Las academias siguen teniendo una buena cantidad de alumnos que varía en función de las convocatorias. En Academia Postal cifran cerca del medio millar en la actualidad.
Pero el opositor ya no quiere ser un emigrante. Responsables de las academias detectan cada vez más recelo a hacer las maletas. Antonio Devesa, de Academia San Mamed recuerda que "antes no les importaba presentarse en Andalucía, Cataluña o Canarias, pero eso solo se da ahora para categorías altas".
Y es que ser funcionario supone tener un empleo asegurado, pero las retribuciones son muy diversas. Según el sindicato de funcionarios CSIF hay más de 180.000 empleados publicos que cobran por debajo de los mil euros. Pero, según las tablas del Ministerio de Hacienda, en categorías altas puede superar los 60.000 euros. Vivir en otra comunidad con menos de mil euros al mes sigue siendo un ejercicio de malabares. Pero en ninguna categoría y su sueldo correspondiente se consigue la plaza sin esfuerzo o disciplina. Y en las academias creen que hay déficit de lo último.
Las cifras:
Es el número de empleados públicos que tiene la provincia en estos momentos. La mayoría, más de 10.000 son de la Xunta.
20.000
Es la cifra aproximada de plazas que moviliza la Administración del Estado en diferentes procesos.
180.000
Es el número de funcionarios mileuristas, según CSIF.
